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JAVIER IDEAMI | Fundador de una plataforma digital de desarrollo de ideas

"La inteligencia artificial diagnosticará y operará a los pacientes del futuro"

"En algún momento nos tendremos que dar cuenta de que nuestras capacidades motoras y cognitivas no están a la altura de la tecnología"

Javier Ideami, ayer, antes de su ponencia para la Fundación Lions Club de Gijón en el hotel Rey Pelayo. MARCOS LEÓN

Javier Ideami (Oviedo, 1973), trabaja desde hace más de una década en el mundo de la tecnología, la inteligencia artificial y el desarrollo de ideas. En 1995 marchó a Inglaterra a terminar sus estudios. Allí trabajó durante 3 años para una multinacional de telecomunicaciones. Tras muchas aventuras, en el 2008 llegó a Silicon Valley (California) donde desarrolló buena parte de sus proyectos más interesantes. Según explica, y aunque asegura que ha lanzado decenas de start-ups, uno de sus grandes proyectos es "Torch", un sistema que busca servirse de la tecnología y la inteligencia artificial para ayudar al ser humano a tener mejores ideas y desarrollarlas con mayor rapidez. Ayer visitó a los miembros de la Fundación Lions Club de Gijón para detallar cuál será el futuro de la medicina ante el vertiginoso avance tecnológico.

- ¿Cómo podríamos definir "Torch"

-Parte de la base de que a día de hoy la clave ya no es sólo innovar, que eso está claro, sino también acelerar los propios procesos que nos llevan a hacerlo. Yo llevaba años investigando ese tema y el resultado ha sido un sistema que se sirve de la tecnología para agilizar el proceso creativo y que te une con otros usuarios inmersos en problemas similares.

- Es un programa que te ayuda a tener mejores ideas.

-Sí, pero tiene varias partes. Te ayuda a acelerar tu proceso creativo porque como digo utiliza la tecnología y las bases de datos. El usuario accede a sonidos, imágenes y todo tipo de estímulos sensoriales que le puedan ayudar a sacar lo mejor de sí. Las mejores ideas surgen de la mezcla de datos convergentes, que son aquellos que tienen alguna relación con lo que estás pensado, y con los divergentes, que son los que hablan de otra cosa. Utilizar la tecnología para que aúne ambas hace que consigas tener ideas que por ti mismo jamás se te hubiesen ocurrido. Y digo que "Torch" tiene varias partes porque también incluye lo que yo llamo "gimnasios creativos". Acabamos de abrir uno en Eslovenia. Es un espacio físico que aplica esto de mezclar lo convergente con lo divergente en la vida real. En esas salas, por ejemplo, hay zonas con distintas texturas que estimulan e inspiran al emprendedor..

- Pero el proyecto es principalmente digital.

-Tiene esa ventaja. La plataforma está optimizada para que puedas acceder a ella desde cualquier lugar. Lo que buscaba con esto es poder sacar el "brainstorming", la lluvia de ideas, de las oficinas y de las habitaciones. Uno puede tener buenas ideas en el metro o en medio del campo y con este tipo de plataformas puede desarrollarlas.

- ¿Y todo esto qué tiene que ver con lo sanitario?

-Tiene mucho que ver. Estamos entrando en la primera fase de lo que se llama "la inteligencia artificial sobrehumana". El impacto de este sector en el mundo sanitario y en toda la sociedad moderna va a ser brutal. En Barcelona, hace unos días, tuvimos un gran evento con la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria. Juntamos a un centenar de profesionales y en total sacamos más de ochocientas ideas que ahora se están estudiando para probar su eficacia e implantarlas por orden de prioridad. Sistemas como "Torch", porque también es importante decir que existen otros, ayudan a acelerar el surgimiento de ideas en reuniones de este tipo.

- Lo de la inteligencia artificial suena un poco fuerte.

-Suena fuerte porque todavía hay gente que se siente amenazada por este tipo de avances, pero nosotros ahora estamos empezando a combinar la inteligencia artificial con nuestra plataforma de estimulación de ideas. La intención es que el programa consiga proponer preguntas y retos al emprendedor de forma automática y que sea capaz de mezclar por sí misma esos datos convergentes y divergentes de los que hablábamos antes.

- ¿Hay alguna mejora sanitaria que se haya logrado gracias a la inteligencia artificial?

-Hay un estudio muy reciente sobre esto. Un equipo internacional de investigadores probó desde Estados Unidos que la inteligencia artificial mejora el diagnóstico del cáncer de mama. El grupo enseñó al programa informático a detectar signos de tumores en mamografías para analizar si sería capaz de aprender a diagnosticar casos de cáncer. Según su estudio, un radiólogo, sin ayuda, diagnosticaba un 77.8% de los casos. La inteligencia artificial, por su parte, detectaba el 87.6%. Lo mejor es que cuando el radiólogo se apoyó de la inteligencia artificial para su diagnóstico el número de aciertos ascendía al 90%. Esto demuestra que, viendo el ritmo al que avanzan estas inteligencias, en el futuro los médicos tendrán que limitarse a la parte de la atención a pacientes más humana: los cuidados y la enseñanza. Las máquinas acabarán por diagnosticar mejor que nosotros porque se trata de algo mecánico. Tendremos que volver al trato más humano.

- ¿Y es posible que dentro de no demasiado un aparato con inteligencia artificial pueda también encargarse del quirófano?

-No es que sea posible, es que pasará, seguro. Por eso digo que los médicos tendrán que ocuparse de la parte de la atención sanitaria centrada en lo humano. Operar y diagnosticar es mecánico y repetitivo. La inteligencia artificial aprenderá a hacer ambas cosas dentro de no mucho, y mejor que nosotros.

- Sigue sonando un poco fuerte.

-Ya, hay que tener cuidado cuando se dicen estas cosas porque la gente se asusta. A mí me gusta mucho hablar de este tema para destacar lo positivo, que es mucho. Todos vemos lo rápido que avanza la tecnología y tarde o temprano lo lógico será darse cuenta de que en el futuro nuestras capacidades motoras y cognitivas no van a estar a la altura de las inteligencias artificiales. Ya a día de hoy nos está costando entender parte de las conclusiones a las que llegan y, como decía antes, solo estamos en la primera fase de desarrollo. Cada vez tenemos ordenadores más fuertes que pueden soportar más capas de redes neuronales digitales, así que a un ritmo vertiginoso la tecnología nos va sacando ventaja. A día de hoy ya existen programas que si les das varios cuadros de Van Gogh aprenden su estilo y son capaces de pintar sus propias obras originales. El tema de la inteligencia artificial en el mundo del arte es igual de apasionante que el sanitario.

- ¿Tiene intención de implantar algo de esto en la región?

-Pues quiero lanzar en Asturias un proyecto, "Creative Masters", que creo que será único en el mundo. Consistirá en que un grupo de adultos se pase siete días en un entorno natural y desde la mañana a la noche, ayudados por "Torch", creen desde cero un proyecto avanzado relacionado con un área diferente cada día, siempre trabajando en áreas con gran presente y futuro. Será mi forma de demostrar que muchas veces los adultos no se lanzan a emprender porque no confían en su capacidad para innovar.

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