El servicio cerró hace dos años por problemas con la empresa concesionaria, que dejó en la calle a nueve personas. Tras un largo camino en el que alguno se ha jubilado y otros se han visto obligados a buscar nuevas alternativas, cuatro de aquellos antiguos empleados han dado un paso al frente y se han hecho con la gestión de la cafetería del campus de Viesques. Ayer reabrieron con una fiesta y con el deseo de seguir creciendo.
"Estamos un poco asustados porque para nosotros es nuevo, pero aquí estamos, dispuestos a darlo todo", resumía ayer David Tejerina, cocinero y administrador de "Macepeda S. L.", el nombre que han puesto a la cafetería juntando las iniciales de sus cuatro socios: Marga Pérez, Celine García y María José Álvarez completan el equipo.
La intención es la de "mantener el empleo y seguir ofreciendo el servicio", que dentro de poco también podría extenderse a la cafetería de la Escuela de Marina Civil, clausurada a la par que la del Aulario Sur. "Vamos poco a poco, pero para el curso que viene esperamos estar al cien por cien de trabajo", señala Tejerina, consciente de la dificultad que supondrá reiniciar el servicio en Marina, donde se ofrece un menú del día y donde "había días en que repartíamos 500 menús".
Los clientes no pueden estar más satisfechos con la reapertura del local, en el que ayer se juntaron decenas de personas para dar buena cuenta de la fiesta de reinauguración. "Daba pena ver esto tan vacío y tan triste, sin cafetería no parecía un centro universitario", reflexionaba un grupo de alumnos en la barra del local.
La Universidad había intentado paliar el cierre con la instalación de máquinas de "vending" con productos frescos, pero "la cafetería sigue siendo la cafetería", indican sus nuevos gestores. Los mismos que hasta hace un año resistieron vendiendo pinchos en el exterior del centro como parte de la "caja de resistencia" que pusieron en marcha tras perder su trabajo, y al fallar la primera convocatoria de gestión del local, que quedó desierta. Ahora ya tiene nuevo rumbo.