Miguel Dongil es un chico joven, tal sólo cuenta treinta y un años, pero habla con soltura y con criterio. Su currículum no cabría en estas páginas.
- Defínase, por favor.
-Nací en Gijón en 1987, el mayor de dos hermanos. Desde pequeño siempre fui creyente, católico, y mi afición a la Iglesia me llevó a la investigación. Hice el bachiller en el colegio San Eutiquio de los hermanos de La Salle. Posteriormente estudié Historia en la Universidad de Oviedo, y obtuve Premio Extraordinario fin de carrera, y luego hice el doctorado.
- ¿Cómo se titula su tesis?
-"Las órdenes religiosas en Asturias. Siglo XVI al XIX". Estaba muy desaparecido todo pero logré reunirlo. He escrito seis libros. El primero se dedica a la historia del Carlismo; el segundo trata de la historia del clero regular asturiano. El tercero versa sobre la historia de la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz de Gijón. El cuarto re refiere al día a día de Ignacio Bertrand, alcalde de Gijón, a través del diario de su chófer. El quinto relata la Semana Santa gijonesa de 1938 y el sexto es la historia de la atención médica en las órdenes religiosas en Asturias.
- Me interesa el quinto.
-En 1938 ya no había guerra en Gijón. Pero en 1936 habían quemado la iglesia de San Pedro con todas las imágenes. Quisieron celebrar la Semana Santa y se les ocurrió llamar a León. Había dos cofradías que se alternaban, y la de la Vera Cruz salía en procesión en años impares. Estupendo. Mandaron las imágenes en una ambulancia y así se pudo celebrar la Semana Santa. Fue muy emocionante.
- ¿No se le pasó alguna vez por la cabeza ser sacerdote?
-Sí, hubo una época, pero se me pasó. Me tentaron varios curas.
- ¿Tiene novia?
- Sí, desde hace cuatro años. Vivo en pareja.
- ¿Cómo llega a las cofradías?
-Una pasión mía es divulgar lo que descubro, y mi amor por la Iglesia me lleva a investigar. En Gijón no había ni un monasterio, ni un convento, y en el siglo XVI se funda la cofradía de la Santa Vera Cruz. Posteriormente vienen los franciscanos, que son seglares. Y ven en el cofrade un medio de difundir la fe.
- ¿Vio usted la entrevista de Évole con el Papa, tan comentada?
-La vi, pero me faltaron los últimos minutos. El Papa Francisco es valiente, tenemos que estar con él. Hay gente que no lo quiere, pero asume un gran riesgo siendo tan cercano. Es Pedro.
- Pregonero de la Semana Santa de Grado. ¿Qué va a decir?
-Si lo digo me matan. Pero quise hacer el pregón aunando mis facetas, que son la académica, la de cofrade, la de escritor y la de franciscano, pues soy hermano profeso de la Orden Franciscana. Y he intentado que ninguna faceta sobresalga sobre las demás.
- ¿Qué le parece la sociedad de hoy?
-Que vamos a una velocidad que no es normal. Y está un poco desnortada, y hace que la Iglesia católica, que tiene dos mil años, no podemos olvidarlo, no pueda ir al mismo ritmo y respete la tradición; aquí no hay que adaptarse a las modas. Es una sociedad desacralizada, hace mucho tiempo, Dios no cuenta. El tema es el siguiente: ha habido una brecha generacional y las familias no cuentan a sus hijos quién es Dios, cuántos son los mandamientos, quién es Jesucristo? La asignatura de Religión ha desaparecido, o si no, con una hora basta.
- ¿Quién es el enemigo de la lglesia?
-Nosotros mismos. No luchamos, estamos a verlas venir. Miramos para otro lado.
- ¿Y la pederastia?
-Es un mal terrible. El Papa ha dicho que lo saquen a la luz y que lo denuncien a la policía.
- El celibato no es institución divina, se creó en el siglo V?
-Claro, los apóstoles tenían mujer, Pedro tenía suegra. Hay que decir que los diáconos pueden casar, bautizar, pero no pueden decir misa, pero ellos están casados. La norma del celibato fue porque habían tantas personas que eran creyentes, y no tenían quien les atendiese, que se instituyó el celibato con el fin de que no se perdiera el tiempo en ocuparse de la propia familia. Pero ahora se puede revertir.
- Explíqueme el tema del cuarto libro. El de Ignacio Bertrand.
-Ocurre que tenía un chófer, se llamaba Paco, que apuntaba en una pequeña agenda a dónde iba, los comentarios que hacía y con eso escribí el libro. Es entretenido. Ignacio Bertrand acabó de Gobernador Civil en Soria, y está en Soria desde 1970 hasta 1974 y desde hace pocos meses soy asesor de comunicación de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria. Así se cierra el círculo.
- La Vera Cruz ha conseguido un trozo de la cruz donde fue martirizado Cristo?
-Sí, no lo tenía y este año se consiguió. Lo tiene Avilés.
- ¿Tiene usted alguna afición deportiva?
-La verdad es que no hago mucho deporte. Hace tiempo practiqué en el Grupo Covadonga el tiro con arco, se me daba bien, pero me quitaba tiempo para el estudio y me dije que lo dejaba. Me dio mucha pena, tenía bastante puntería, pero se acabó.
- Hay elecciones, ¿qué va a votar?
-No lo sé.
- ¿Las órdenes religiosas, son muchas y tienen importancia en Asturias?
-Me centré en ello, y no estaban investigadas, de manera que me propuse hacerlo. Me encontré con un desorden monumental y no había casi documentación. Logré reunir una buena parte y así escribí el libro.
