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Dos empresas gijonesas diseñan ingenios que limpian plástico del mar

Una embarcación teledirigida de estilo catamarán y una barrera flotante, las novedosas propuestas de los emprendedores locales

Por la izquierda, Javier Labrada, Raúl Álvarez y Armando Gallardo, con el prototipo de catamarán similar al que desarrollan para limpiar plásticos. LNE

La contaminación por plásticos en los mares amenaza con ahogar al planeta, pero en Gijón ya hay quien está pensando en ayudar a revertir la situación, generando de paso innovación y empleo en la ola de la nueva economía azul, mirando al mar como motor económico.

La empresa gijonesa Azisa, dedicada desde sus inicios al diseño y elaboración de drones para diferentes usos industriales, ha dado un paso más allá pensando en una solución para descontaminar las aguas. Tal y como explican Raúl Álvarez y Armando Gallardo, el proyecto en el que están trabajando supone en realidad una evolución técnica a uno de sus ingenios: el catamarán autónomo destinado a la inspección de infraestructuras portuarias que desarrollaron hace ya un par de años.

A este prototipo los gijoneses le añadirán un sistema de recogida con una jaula acoplada entre los patines del catamarán que permitirá que la embarcación navegue de forma autónoma, teledirigido desde tierra, recogiendo los plásticos que flotan en las aguas cercanas a la costa, y que se almacenarían en compartimento del catamarán. El aparato llevará además acoplado un sistema de sensores para analizar la calidad de las aguas, y será capaz también de tomar muestras del agua para un análisis más pormenorizado.

Por ahora la empresa está trabajando en la fase de diseño y cálculos para saber cuántos kilos de plástico sería capaz de recoger, aunque la intención es la de "poder tener todo listo, prototipo incluido, para el próximo mes de junio", señala Armando Gallardo.

Una vez que la compañía cuente con el prototipo se le podrían aplicar nuevas evoluciones, con otras finalidades como la limpieza de algas. Y después se podría estudiar la manera de contar con equipos más grandes, toda vez que el prototipo inicial tendría unas dimensiones de 1,5 metros de largo por 1 metro de ancho.

Además de Azisa, también están trabajando en la limpieza de plásticos los integrantes de la empresa gijonesa Blue and Green Environmental. Ellos estudian la manera de recoger plásticos del mar en las zonas costeras gracias a la colocación de barreras de absorción de residuos que, como señala Gonzalo Viñuela, iría prendida a una plataforma flotante en el mar. Sobre esta plataforma "se colocaría el sistema que genera un movimiento en las aguas para succionar el plástico", que puede ser "microplásticos o plásticos de mayor tamaño".

Además el proyecto se concibe como una isla energética que se autoabastecerá a través de placas solares, y en el prototipado inicial la previsión es la de poder trabajar sobre una lámina de agua de unos 20 metros cuadrados. La intención de la joven compañía gijonesa es la de probar la barrera el próximo verano en diversos puntos de la costa gijonesa "para comprobar su comportamiento e introducir los ajustes necesarios", señala Viñuela.

Dos ejemplos de que el mar necesita proyectos innovadores, en lo que puede convertirse en un buen caladero de empleo para mejorar el medio ambiente de la zona litoral.

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