El Grupo Covadonga celebrará mañana jueves la asamblea anual para debatir y en su caso aprobar las cuentas correspondientes al pasado año y el presupuesto para el presente. Cuentas que registraron un superávit de 220.000 euros en un año de tranquilidad.
- ¿Qué destacaría del pasado año?
-El 2018 fue un año de consolidación del modelo de gestión que implantamos desde el primer día. Fue un año de estabilidad.
- El club está inmerso en la elaboración de un plan director con el que sentar las bases del futuro del club.
-La empresa que realizaba las encuestas nos indicaba que con un muestra de unos 500 socios era suficiente, pero nosotros quisimos que fuera la mayor participación posible y superamos los 2.000. Estamos muy satisfechos del grado de implicación de los socios y el interés que mostraron por transmitir sus ideas, de lo que funcionaba bien o de lo que quisieran cambiar.
- ¿Está ya finalizado?
-Esta encuesta que se realizó es una parte de todo el trabajo que se está haciendo para definir el plan director. Tenemos mucha información digamos interna: los usos de las instalaciones, los cursillos a los que se apuntan los socios, la puerta por la que entran, los usos por franjas horarias, los deportes que suman licencias o los que las pierden. Ahora pedimos dos tipos de información, una a expertos todos ellos relacionados con el Grupo y con el deporte- y otra, la opinión de los socios. Con todo ello haremos un concurso de arquitectos para que diseñen lo que será el Grupo del centenario, con nuestros gustos y necesidades. En resumen, este plan es una reordenación de instalaciones y de usos.
- ¿Qué información ofrecerán en la asamblea?
-Si nos llegan los datos de la encuesta los comentaremos. Con el resto estamos trabajando aún.
- ¿Sacar adelante este plan director sería el proyecto estrella de su mandato?
-No. Queremos presentar un plan deportivo, un plan social y acompañarlo de un plan económico y financiero. Pero ahora todavía no sabemos como será y como se podrá hacer. Si creo que será un plan que va a trascender de lo que es esta junta directiva. Pero hay otras cuestiones como el cambiar un modelo de gestión, la transparencia y la participación que es lo que me gustaría que quedase como legado de esta directiva.
- ¿Están satisfechos del uso de las instalaciones de Mareo?
-Todas las sedes van creciendo. Es cierto que casi el 90 por ciento de los usos son en el Grupo de Las Mestas pero tanto Mareo como Begoña también van aumentado el número de socios que las usan. La utilización de Mareo es muy estacional, se produce sobre todo entre mayo y septiembre durante ese tiempo se reparten más los socios. Este año están previstas varias inversiones para mejorar Mareo.
- ¿Cómo valoraría la situación económica del club?
-Sin entradas de nuevos socios, con dos sedes más y con toda la plantilla regularizada el resultado ha sido positivo. Eso es gracias a un modelo de gestión basado en gastar mejor y sin dejar de invertir. Creo que la palabra con que se definiría la situación económica es la de estabilidad. Hay un control absoluto en los gastos.
- De la posibilidad de ampliar las instalaciones por el Chas ¿hay ya que olvidarse?
-El Chas tenía encima un problema muy importante pero lo han sabido gestionar. Desde el Grupo, como buenos vecinos que somos, les deseamos que les vaya todo bien y si podemos le echaremos una mano. Pero está claro que ahora los intereses del Chas van por otro lado.
- El Grupo ha comprado la finca adyacente, La Torriente ¿cuándo podrán los socios empezar a utilizarla?
-Dependemos de los permisos. Tenemos uno para acondicionar la finca. Es muy importante el cierre perimetral porque si vamos a unir las dos fincas hay que cerrar para que solo se pueda acceder desde nuestra entrada principal. Esperemos que para este verano algunas cosas como una pista de footing o una zona de solarium lo podamos ya utilizar, pero dependemos de los permisos. La intervención final dependerá también del plan director.
- En el momento de la compra de esta finca surgieron discrepancias sobre quien paga los impuestos. ¿Cómo está ese asunto ahora?
-Exactamente igual que hace un año. La asamblea aprobó la compra por 1.115.000 euros más el IVA correspondiente. La finca está registrada a nombre del Grupo y no tenemos ninguna notificación de otro tipo.
- La polémica por la fusión con el Centro Asturiano parece ya zanjada.
- Cuando había gente que decía que íbamos a tener denuncias o que los bienes del Centro Asturiano se tendrían que poner a nombre de entidades del tercer sector nosotros pedíamos a los socios que tuvieran confianza. A día de hoy vemos que todo se ha solucionado de manera normal. Todos los bienes del Centro están a nombre del Grupo y la integración de sus socios es plena y el comportamiento de todos los socios ha sido magnífico. La prueba es que es un tema del que ya nadie habla.
- Hubo algún incidente en el coro del club. ¿Qué pasó?
-Fue un problema estrictamente laboral. El Grupo tiene una debilidad muy grande cuando vamos a un juzgado laboral porque no podemos justificar por qué determinadas personas, en este caso el director, no estaba dado de alta en la Seguridad Social entre el 2011 y el 2016 y eso nos obligó a pactar una cantidad, aunque estábamos convencidos de que teníamos razón en los motivos de su despido.
- ¿Espera una asamblea tranquila?
-Lo primero es animar a la participación de los socios. Es el momento de que expresen sus dudas o hagan sus propuestas. Espero que sea una asamblea como el ambiente que hay ahora en el club de tranquilidad y normalidad... pero hasta el jueves no lo sabremos.
