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MARÍA ROSARIO CORTINA | Cardióloga, miembro de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia

"Las mujeres tienden a priorizar el trabajo o la familia antes que ir al médico"

"Los estudios se han centrado más en los hombres, sobre todo, en cuanto a los factores de riesgo"

María Rosario Cortina, ayer, en la Escuela de Comercio. JUAN PLAZA

El impacto de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres ha quedado relegado históricamente a un segundo plano. Así lo cree la cardióloga María Rosario Cortina, que trabaja desde el año 2007 en el Hospital de Cabueñes y que como tesorera de la Sociedad Asturiana de Cardiología (SAC) y miembro de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) lleva años en contacto con investigadores y estudiosos de este problema. Participó ayer como ponente en una jornada organizada por este último colectivo en la Escuela de Comercio (y en compañía de la endocrina Jessica Ares) para compartir los últimos datos de mortalidad en Asturias, que prueban que mueren más mujeres por problemas en el sistema circulatorio que por cáncer.

- ¿Cuál es el impacto de las enfermedades coronarias en la mujer asturiana?

-Esta jornada está centrada en debatir los últimos datos de mortalidad en la sociedad asturiana según el Instituto Nacional de Estadística. Ahí se demuestran, precisamente, que la enfermedad cardiovascular en la mujer, lejos de ser una patología banal, es una de las principales causas de muerte. Todo el mundo piensa que son los tumores, pero hoy la primera causa de fallecimiento en mujeres se deben a problemas en el sistema circulatorio.

- ¿Es una información que no se sabía hasta ahora?

-Bueno, hacemos este tipo de debates justamente porque creemos que no hay suficientes estudios publicados al respecto. Yo noto esa falta sobre todo en la publicación de estudios que analicen la prevalencia de factores de riesgo no asociados. Parece que hasta ahora casi todos los estudios del sector se asocian a patologías concretas como la diabetes, el infarto o la hipertensión en pacientes con problemas nefrológicos. Faltan análisis serios sobre factores de riesgo generales en toda la sociedad asturiana, tanto para hombres como mujeres.

- ¿La mujer no está lo suficientemente representada en esos estudios ya publicados?

-No, hasta ahora no. En la mayoría de estudios de referencia siempre hubo más inclusión de hombres. Las mujeres solían rondar el 20% de las muestras. También tenemos otro problema similar, que es que hasta hace poco a las mujeres ni siquiera se las diagnosticaba bien y, por tanto, no se les aplicaba un tratamiento médico adecuado. Todo esto ha mejorado mucho y lo sigue haciendo, pero demuestra lo necesario que es que hagamos hincapié en ello.

- ¿Cómo han aumentado los diagnósticos si aún faltan estudios?

-Es que la mujer ahora va más al médico. También es verdad que se ve más afectada por la mortalidad y por enfermedades cardiovasculares porque es más longeva; en los últimos datos que tenemos vemos que los casos de muerte de pacientes mayores de cien años son principalmente mujeres. Hay muchos motivos que justician que hayan aumentado los diagnósticos. Otro ejemplo es que el hábito tabáquico, aunque está bajando, por suerte, en el impacto en la salud de las mujeres no se nota tanto porque ellas también empezaron a fumar más tarde.

- El sector médico habla cada vez más sobre el futuro de la educación a pacientes.

-Sí, debe ser el paso a seguir sin ninguna duda. Estábamos hablando de los diagnósticos y de que la mujer iba más al médico y, en realidad, también se debe a eso. Debemos hacerles comprender que ellas también pueden sufrir un infarto y que si les duele el pecho deben llamar al 112, tal y como harían si el afectado fuese su marido. Hace no mucho lo normal era que estos síntomas no se tomasen tan en serio con ellasy que la propia mujer tardase una semana en venir al médico pese a los dolores porque priorizaba el trabajo o cuidar a su familia. Todo eso tiene mucho que ver con la educación sanitaria.

- Mencionaba también el hábito tabáquico en mujeres. ¿Existen factores de riesgo de enfermedad cardiovascular que las afecten sólo a ellas?

-Bueno, en realidad la mayoría se pueden aplicar a cualquiera, pero hay que recordar, y volvemos al tema de la educación sanitaria, que las mujeres también deben llevar una vida sana con ejercicio diario, una dieta mediterránea, huir del sedentarismo... Después hay cosas más concretas, como sus niveles de estrógenos, que como se asocian a la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta hace muy poco se creía que las mujeres estarían protegidas hasta la menopausia. Ha resultado no ser así: si durante el embarazo la mujer presenta síntomas de hipertensión o diabetes se cree que a partir de entonces tendrá un mayor de riesgo de sufrir esas patologías en el futuro. Las mujeres también tienen características propias en la anatomía de sus arterias, que puede tener algo que ver con el desarrollo de su enfermedad. Además, se consideran factores de riesgo para estas enfermedades la presencia de ovarios poliquísticos, el tratamiento de anticonceptivos orales y la interrupción del embarazo.

- Pero decía que ya ha habido mejoras. ¿Hay alguna concreta para la región?

-Sí, en Asturias hemos registrado resultados excelentes desde la aplicación del "Código Corazón", el protocolo de atención para estos casos. Hemos conseguido mejorar mucho el tratamiento en los estados más agudos de la enfermedad.

- ¿Y los retos pendientes?

-Ahora deberíamos centrarnos en la prevención. Las campañas sobre salud deberían empezar ya en las propias escuelas.

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