Es un papel difícil, con muchos matices, de esos que cualquier actriz desea. Laura Piquero (Langreo, 1976) lo sabe. Regresa a los escenarios, después de un apartamiento en el que ha crecido la añoranza de los teatros, para encarnar a Corín Tellado, la gran señora de la novela romántica, de la que hoy se cumple precisamente una década de su fallecimiento en Gijón a los 81 años. "Un regreso con mucha responsabilidad e ilusión por este regalo que se me hace", afirma la intérprete.
Es su primer rol protagonista. Y Laura Piquero, hija del recientemente fallecido escritor y periodista Alberto Piquero, agradece la generosidad de Laura Iglesia, autora y directora de "Corín Tellado, el espectáculo", por pensar en ella para interpretar a una escritora que conquistó los quioscos a un lado y otro del Atlántico con las historias que hilvanaba todos los días de cinco de la mañana a tres de la tarde, atada a su máquina de escribir y a los férreos contratos con los que cumplía como la más perfecta estajanovista de la literatura. El estreno será el próximo sábado en el gijonés teatro Jovellanos y la venta de entradas va bien, a la espera del tirón de estos últimos días. "La mayor dificultad de este papel está en que hago tres etapas muy distintas de la vida de Corín: de niña, de mujer madura y de anciana", dice la actriz. Y añade: "Eso exige cambios muy rápidos y un esfuerzo importante de caracterización, de voces distintas".
Laura Piquero, que comenzó su andadura teatral en el grupo "Margen" y de la mano de Arturo Castro -de quien se siente discípula-, probó suerte en Madrid, donde participó en obras como "Así que pasen cinco años", de Lorca. Y el papel de Corín Tellado, que marca un antes y un después en su trayectoria profesional, le llegó en un momento doloroso de su vida: ha coincidido con la muerte de su padre, Alberto. "Aunque me acuerdo mucho de él, esta interpretación me ha ayudado a hacer el duelo".
La actriz ha pasado varias semanas duras, en las que el trabajo ha sido un refugio y en las que se ha sentido muy arropada por Laura Iglesia y las cuatro compañías que se embarcaron en "Corín Tellado, el espectáculo. Representantes de "Higiénico Papel", "Teatro del Fin del Mundo", "Saltantes Teatro" y "Ambigú Media Broadcast", quienes habían ya unido esfuerzos para hacer "Horror, el show que nunca se debió hacer", anunciaron ayer la creación de la compañía "El Jaleo". Los cuatro grupos remarán ahí, con esa nueva empresa, para encarar proyectos tan ambiciosos como este sobre la superventas de la novela rosa.
Corín Tellado, asturiana de Viavélez (El Franco), escribió más de cuatro mil títulos, ha sido traducida a casi treinta idiomas y la Wikipedia recoge que, según la Unesco, solo Cervantes ha vendido más libros que ella en el mundo hispánico. Resulta más verosímil afirmar, sin embargo, que la primera fue más leída que el autor del "Quijote" desde 1946, cuando la reina de corazones publicó su primera novela, "Atrevida apuesta", y hasta su muerte. Su hija, Begoña Tellado, contaba el pasado martes en LA NUEVA ESPAÑA que algunas novelas breves siguieron publicándose en Hipanoamérica tras el fallecimiento de la autora. Hay todavía material inédito.
"Y, además, las novelas de Corín se intercambiaban", recuerda Laura Piquero. La actriz subraya una aparente paradoja en la vida de la escritora: "Inventó cientos de historias amorosas, pero a ella solo se le conoció una pareja". Corín Tellado se separó de su marido y se hizo cargo de los hijos, Begoña y Chomín, en pleno franquismo. "Fue una mujer que se impuso a su tiempo", hace resaltar la intérprete.
El elenco de "Corín Tellado, el espectáculo" se subió ayer al escenario del teatro Jovellanos y explicó antes, en la Casa de la Palmera, algunos de los entresijos de una propuesta que Laura Piquero califica de "coral": "La dirección es muy buena". A su responsable, Laura Iglesia, le ha llevado más de un lustro poner a caminar su historia. Su madre era muy amiga de Corín Tellado, a la que conoció y trató: "Es un homenaje personal".
La directora y actriz opina que la escritora no ha sido suficientemente valorada, "pese a tener lectores en todo el mundo". Cierto que la crítica literaria, salvo excepciones -alguna notable-, nunca la tuvo muy en cuenta. Pero también es verdad que nadie discute otra evidencia: Corín Tellado ha sido un caso singular dentro de la sociología literaria. Este espectáculo tiene el visto bueno de los hijos de la autora.
"Lo hemos hecho con mucho cariño, con respeto hacia su memoria", dice la directora. Seis narradores -actores situados entre el público- tiran del ovillo vital de la escritora. Preguntas y respuestas. Entradas en la fértil imaginación de Corín Tellado. Y también mucha música. Para Luis Alija, presidente de Escenastur, la obra es el "biopic" asturiano de una mujer comparable, en lo suyo, a los grandes del espectáculo y la cultura.
