Las profundidades marinas temblaron ayer en Gijón, sin consecuencias y sin que nadie se percatara. Según ha informado el Instituto Geográfico Nacional en su servicio de actualizaciones instantáneas, Gijón registró ayer por la noche un temblor de 2,5 grados en la escala de Richter en la zona de costa, a unos dos kilómetros al este del puerto de El Musel.

Según las mediciones de este instituto, el temblor tuvo lugar a 10 kilómetros de profundidad y tuvo lugar a las 22.32 horas, aunque no fue perceptible para los gijoneses. De hecho, el movimiento ni siquiera se considera un terremoto al no haber daños ni materiales ni personales.

Poco habitual

Los movimientos sísmicos no son habituales en la región, y menos en la costa gijonesa. De hecho, hay que remontarse hasta el año 1997 para encontrar en los registros temblores de cierta magnitud. En aquel año los sismógrafos registraron un terremoto de una intensidad de 4,8 en la escala de Richter y con el epicentro situado entre las localidades de Sarria y Becerreá, en la provincia de Lugo, que no obstante se sintió en Gijón y en varias localidades de Asturias con cierta intensidad.

Entonces se produjeron dos movimientos de la tierra, uno a las 01.49 horas y otro a las 2.05 horas, y en esa ocasión fueron muchos los vecinos de la ciudad, sobre todo de edificios altos, los que llegaron a salir a la calle al notar el temblor en plena madrugada.

El Instituto Geográfico Nacional también registró un terremoto de 4,1 grados de intensidad en la escala de Richter en una madrugada a finales del mes de agosto del año pasado al sureste de la localidad de Monterroso, en la provincia de Lugo, pero en ese caso no llegó a notarse en Asturias.