Acudí al ensayo del concierto coral que ofreció la tarde del viernes en la iglesia de San Pedro. Todo era sonoridad y recogimiento. La Semana Santa ya está aquí, me dije. Tal era el fervor de su música.
- Defínase, por favor.
-Nací en Gijón (1960), y estoy casada y tengo una hija. No soy pesimista, creo que soy bastante realista. Las cosas si las veo negras, dejo pasar un día y ya llueve menos. Mañana será otro día.
- ¿Cómo fue su formación?
-Hice el Bachiller en el colegio de las Ursulinas, y COU en los Jesuitas. Mi madre era soprano, cantaba con Sor Gila, y me animó a que estudiara la carrera de Piano. Seguí su consejo y me matriculé en el Conservatorio Superior de Música de Oviedo. Cuando terminé, estuve varios años trabajando en una escuela de música de Gijón y a la vez hacía labores de administrativa en una empresa familiar. Posteriormente, mi madre me animó a que estudiara órgano, me decía que había en la iglesia de San Pedro uno buenísimo, que por qué no lo hacía y me animé. Soy organista.
- ¿Cuándo pasó a ensayar a los coros?
-Tardé. El primero fue el "Voces de Cimadevilla". Y sigo.
- Lo pulió bien. De entonces a hoy, media un mundo.
-Mejoraron mucho. Los directores siempre nos quejamos. Hay una evolución y hay épocas buenas y otras malas. Este otro coro mixto, el Orfeón "San Lorenzo", surgió por casualidad. Cuando la Orquesta Filarmónica de Asturias, la ORFA, quiso formar un coro sinfónico, entonces se convocaron oposiciones y entre tres personas ayudábamos. Se celebró un concierto de Navidad en Covadonga, con orquesta y todo. Salió muy bonito, pero fue el único concierto que se ofreció y los cantantes no quisieron que muriera, y hay gente que hace un esfuerzo tremendo para ensayar. Hay una chica que viene de Oviedo a cantar, otro viene de Villaviciosa, otra de Cangas del Narcea y de La Felguera... Yo me digo: "Qué ganas tienen, qué esfuerzo ponen para cantar".
- ¿Ahora está en el paro?
-Sí, yo siempre trabajé de administrativo, cuando cerró la empresa de la familia, estuve empleada en una autoescuela y luego en las juntas generales de Iberdrola, pero ahora estoy a la espera de que me salga algo.
- ¿Su autor preferido?
-Todos están vivos, menos el Padre Prieto. Por ejemplo, Luigi Molfino, Ola Gjeilo, Jacob de Haan y uno que es una maravilla, Morten Lauridsen, que tienen unas tonalidades preciosas. Me gusta darle un sesgo divertido al conjunto coral. A este concierto no, pero es de música sacra. Mi madre me decía que cuánto tardé en cantar.
- ¿Qué tesitura tiene?
-Soy contralto. Tenemos dos grupos, uno se llama "Del Coro al Caño" y el otro "Los Cantantes del Ratón". Mi padre cantaba y mi madre también, y yo, por supuesto.
- ¿Toca el piano con regularidad?
-No, poco. Hay gente que está bien dotada, pero a los que somos artesanos del piano no nos resulta imprescindible.
- Se acabaron los coros de chigre...
-Sí, se juntaban unos cuantos de Naval Gijón, o de cualquier otra empresa, y empezaban a cantar, siempre había un chico que destacaba y se lo pasaban bárbaro. Pero ahora tienen un teléfono y con él se acabó. La gente joven no tiene interés por la música clásica, están a otras cosas, como el teléfono, internet, la tablet...
- La Semana Santa está a las puertas...
-Para mí, que soy creyente, es el momento cumbre del cristianismo, porque nos lleva a la Resurrección. Es una expresión de fe.
- ¿Qué no puede soportar?
-La ruindad, esta gente ruin y rastrera que te pone buena cara y se está riendo de ti. La gente babosa y los trepas.
- Vienen elecciones, ¿políticamente dónde está?
-Siempre fui un poco progresista.
- Luego, ¿qué va a votar?
-Estoy leyendo los programas de todos los partidos políticos. Hasta ahora he estudiado el de Podemos y el de Vox, pero cuando diga "¡este es mi partido!", lo votaré.
- ¿Cuáles son sus aficiones?
-La lectura es mi pasión.
- ¿Ha practicado algún deporte?
-¡No...! Estoy cómoda sin hacerlo. Se me puede acusar de no hacer nada.
- ¿A quién expulsaría del campo de juego?
-Así, en tranquilo, probablemente a nadie, pero, si me sale el genio, a todos.