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La riqueza del Gijón del siglo XXI está bajo el agua

"La ciudad tiene un potencial muy alto como capital de la economía azul", defienden los emprendedores locales

La riqueza del Gijón del siglo XXI está bajo el agua MARCOS LEÓN

El valor social, económico y ambiental de los océanos ha comenzado a brindar las primeras oportunidades a los emprendedores gijoneses que ven en la llamada "economía azul", una opción de futuro. "Gijón tiene un potencial muy alto", sostiene Tamara Fernández, responsable de Ingeniacity, una firma asentada en el Espacio Tecnológico Campus, desde donde desarrollan destacadas aplicaciones de simulación fluidodinámica para la náutica de competición.

Desde las dos oficinas que ocupan hace tres años en uno de los edificios más innovadores de la Milla del Conocimiento han realizados diseños para veleros de la Copa América. Uno de sus últimos proyectos tiene que ver con la simulación para aligerar la estructura de los barcos y de sus apéndices. Además han desarrollado proyectos en otros sectores para conseguir ahorro energéticos. "Creamos la empresa para hacer cosas que nos gusten y diferentes. Uno de los socios es arquitecto naval con reconocimiento en el sector y pensamos que en Gijón, un ciudad con más desarrollo en este sector, podrían tener encaje todos estos proyectos", indica Fernández. "Y también nos permiten estar en un lugar de fácil acceso al mar para probar prototipos", agrega.

Fidel Delgado, uno de los socios fundadores de la empresa Neoalgae, instalada en el polígono de Lloreda, celebra la apuesta de las autoridades locales por el "distrito azul" para transformar los antiguos astilleros de Naval Gijón en un nuevo enclave empresarial a pie de mar en la zona basado en actividades económicas relacionadas con el ámbito marino. Pero realiza una observación: "Como iniciativa es buenísima pero hay que dotarlo de fondos y contenido para que tenga aplicación para generaciones futuras. Es una idea fantástica pero tiene que haber respaldo económico o si no está muerta antes de nacer". En su empresa conocen de cerca las posibilidades de la "economía azul": "La acuicultura funciona desde hace cincuenta años. Lo que tratamos es de incorporar nuevas ideas", cuenta el biólogo y cofundador de la firma gijonesa como principios del negocio.

Fidel Delgado recuerda que en Canarias los proyectos de "economía azul" auspiciados desde la Administración también implican a la hostelería y a la Universidad. En su caso, han sabido compaginar el crecimiento de una startup con las nuevas demandas del sector. Participan en varios proyectos europeos y en siete años han pasado de dos a catorce empleados. Comenzaron en el vivero de la Cámara de Comercio y hoy ocupan una nave del polígono de Lloreda con 125 metros cúbicos de cultivo donde se produce, de media, una tonelada al año. Han entrado en el sector de alimentación con suplementos para deportistas de espirulina y cúrcuma y en la cosmética, con cremas y jabones. También tienen presencia en el mundo de la agricultura a través de fertilizantes. "Queremos continuar con el desarrollo de la empresa desde Gijón y buscar un perfil de inversor que nos complemente", apuntan.

En un mes y una semana es posible obtener los primeros resultados de un cultivo. Compran las semillas en los bancos europeos de algas, las 'plantan' y después mantienen las cepas en las condiciones de luz, temperatura y salinidad necesarias para que fructifiquen. Pero para llegar hasta ahí es necesaria una inversión inicial en equipos de no menos de un millón de euros entre la planta de cultivo y extracción. La biomasa de algas, considerada una potente fuente de energía, centra una parte importante del negocio. Hace escasas fechas un inversor de Corea les reclamaba 3.000 kilos de biomasa algal de una extracción de espirulina, lo que supone tres veces la producción anual de la empresa. "En mercados asiáticos tiene mucho éxito", explican desde Neoalgae, "en general tiene más acogida fuera, nos falta cultura de proteger lo nuestro". Sus productos están presentes en Francia, Italia, Alemania y Rusia y comienzan a entrar ahora en los mercados árabes. "Parte de nuestro equipo de investigación se inició en la Universidad de Oviedo", argumenta Fidel Delgado sobre la oportunidad de atraer talento local. "La Unión Europea tiene una apuesta decidida por el crecimiento azul", recalca el fundador de la empresa, ante la oportunidad que se le viene por delante a la ciudad de la Gijón.

La iniciativa de Neoalgae se complementa con la de otras firmas locales en el sector. Este domingo, con motivo de las Jornadas contra la contaminación por plásticos en el Acuario, las compañías Blue and Green Environment Solutions y Azisa Drone Company presentarán sus prototipos de absorción de residuos plásticos marinos para la época estival en la bahía gijonesa y una plataforma marina no tripulada con navegación autónoma dedicada a labores de limpieza de plástico dentro de los puertos. La empresa Táctica Corporativa, junto con un grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo, han desarrollado un kit para detectar la una toxina (ciguatera) en el pescado. Se estima que en todo el mundo han 400 especies de pescado que pueden ser vectores de transmisión. El mayor tráfico de grandes barcos podría estar arrastrando microalgas portadoras de esta toxina hasta nuestras latitudes lo que hace necesario instrumentos para su detección. El proyecto ha recibido una ayuda del programa Plataformas de Desarrollo Empresarial del Ayuntamiento de Gijón.

En la última Conferencia 'Oceans Meets Regions', celebrada en Bruselas, se defendió que los océanos "son fuente de alimento, recursos naturales y materias primas, y deben formar parte de la economía del futuro". Los emprendedores gijoneses han comenzado a subirse a esa ola. Y como ellos piden, Europa también reclama la unión de las autoridades de regiones costeras para crear empleo y riqueza a través de este tipo de economía.

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