Con el Domingo de Ramos se inaugura una Semana Santa que en Gijón se puede disfrutar también en su aspecto religioso. Dos turistas llegadas desde Logroño, Ana Cristina Ibuarben y Amaya Guinea, se preguntaban ayer, al paso de la procesión de la Borriquilla por la plaza del Marqués, si las celebraciones gijonesas contaban con el sello de interés turístico. Nadie supo responderles porque el foco de la mayoría de los presentes estaba puesto en el paso del Santo Niño del Remedio, portado por los menores que acuden a la catequesis en San Pedro. A Carmen López la esperaba su prima Alejandra, entusiasmada por la presencia de los más pequeños de la familia formando parte del cortejo del Domingo de Ramos.

Tras la suspensión en 2018, por causa de la lluvia de la salida del paso infantil, este año pudo verse de nuevo en la calle a los jóvenes porteadores vestidos con túnicas de color rojo, una novedad impulsada por la parroquia de San Pedro y que aporta la nota de alegría y bullicio de estas celebraciones.

Antes de la salida de la procesión, centenares de personas, ramo en mano, esperaban la salida del párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, al pórtico de la Capilla de los Remedios, desde donde, tras ofrecer una pequeña homilía, procedió a bendecir ramos y palmas. Beatriz Coto, de 6 años, posaba feliz con su palma, cuando la procesión se acercaba al paseo del Muro para entrar ya en la iglesia. "Se la voy a llevar a mi abuela", anunciaba la niña.

El tradicional recorrido del paso de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, conocido popularmente como "La Borriquilla", fue acompañado por un buen número de gijoneses que no querían perderse una tradición que van heredando las nuevas generaciones. Las hermanas Paula y Elena Cortina se estrenaban con sus abuelos en la procesión. Acompañando el cortejo se encontraban los integrantes de la Agrupación Musical Sagrado Corazón, de Oviedo.

Los actos del día finalizaron con la misa solemne en la iglesia parroquial de San Pedro, con la lectura de la Pasión, presidida por Javier Gómez Cuesta.

La próxima cita de la Semana Santa gijonesa tendrá lugar mañana, martes, con la procesión de las Lágrimas de San Pedro o del Silencio, que saldrá a las nueve de la noche de la iglesia de San Pedro, en una jornada recogimiento y rigor penitencial, como manda la tradición.