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Gijón en retrovisor

El presidente Pedro de Silva logró que Du Pont se instalase en Asturias

La fecha del anuncio oficial de la llegada de la multinacional coincidió con la apertura del centro comercial de El Corte Inglés en la ciudad

El director de Du Pont, Bill Walker, en traje de faena en los terrenos del valle de Tamón. LNE

Los taurinos siempre dicen que no hay quinto malo y, efectivamente, en el quinto año de su mandato como presidente del Principado, el gijonés Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos -tras muchos meses de discretas negociaciones al más alto nivel- logró que la multinacional Du Pont ubicase sus instalaciones en el bien comunicado valle de Tamón, lo que supuso un antes y un después en la regeneración del tejido industrial asturiano. El panorama de crisis era total en Asturias con la decadencia de las tradicionales actividades empresariales generadoras de empleo.

No hay que olvidar la decepción que todos habíamos sufrido cuando la General Electric desestimó la alternativa asturiana, aunque aquella fallida experiencia permitió poner el nombre de Asturias en el mapa de las multinacionales americanas que demandaban buenos emplazamientos y tenían muy claro que no querían el control de las empresas por parte de los sindicatos.

Germán Lastra, un personaje fundamental. Un personaje fundamental en todo el proceso fue Germán Lastra López (Lugo, 1933) quien dirigía Du Pont Ibérica que era hijo de una asturiana y había sido criado en Oviedo. Como a él siempre le gustaba definirse "un gallego de alma y asturiano de corazón", su innato patriotismo le hizo mover todas las fichas posibles para que la opción de Asturias fuese tenida en cuenta. Él fue quien comunicó al gobierno de Pedro de Silva que la multinacional americana estaba buscando una ubicación en Europa y logró atraer a Asturias a los ejecutivos que se encontraban en lo alto de la pirámide para tomar decisiones. El Ministerio de Industria -del que dependían las subvenciones- no dudó en apoyar el proyecto ofreciendo las generosas subvenciones precisas para hacerlo realidad en Asturias.

También fue decisivo el compromiso de apoyo de todos los agentes sociales que firmaron por escrito -tanto instituciones empresariales, como sindicatos- gracias al especial empeño puesto por José Antonio Coto quien presidía la Cámara de Comercio de Oviedo y lideró con eficacia todo aquel complejo proceso para poner a todos de acuerdo.

Las claves para atraer nuevas inversiones a Asturias. Cuando el presidente mundial de Du Pont Edgar B. Woolard visitó Asturias y el valle de Tamón, se mostró entusiasmado y la única duda que tuvo fue sobre la disposición de los terrenos necesarios en el plazo previsto, lo que así le fue garantizado por el presidente Pedro de Silva. Es curiosa la coincidencia, pero la confirmación oficial de la ubicación de la Du Pont en Asturias fue el mismo día que Pedro de Silva presidía la inauguración oficial del gran centro comercial de El Corte Inglés en Gijón. A la hora del almuerzo con los directores de los medios de comunicación, el nuevo presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez -Ramón Areces había muerto exactamente cuatro meses antes- nos regaló una estilográfica con plumilla de oro y, tras darse la noticia coincidimos ambos en el ascensor -de ello es testigo nuestro común amigo, el director emérito de la Fundación "Príncipe de Asturias", Graciano García- y yo le dije al máximo mandatario de El Corte Inglés que ya se demostraba que gozaban de información privilegiada.

En el corazón de Du Pont en Wilmington, en Delaware, le pregunté al "chairman" de Du Pont, Edgar B. Woolard la razón por la que habían optado por Asturias, dado que en todos los países europeos les daban también cuantiosas subvenciones para ello y él no dudó en su tajante respuesta: "Hemos ido a Asturias porque ustedes tienen agua, puertos vacíos y una mano de obra cualificada". Décadas llevamos buscando una tesis para vendernos mejor por el mundo y ojalá esta frase sirviese para hacernos recapacitar y no perder más el tiempo con costosas campañas publicitarias que a ninguna parte van.

Un matrimonio duradero y beneficio para todos. Por entonces el presidente mundial de Du Pont, Edgar B. Woolard resaltó el hecho de que "la cooperación que hemos tenido en Asturias por parte del presidente Pedro de Silva y su equipo de colaboradores es la mejor que hemos encontrado, se lo puedo asegurar en todo el mundo. De este matrimonio entre Asturias y la Du Pont van a salir cosas muy positivas para ambos". Al quite le salió Pedro de Silva contestándole que "como en todo matrimonio, el Principado y Du Pont se han asociado para beneficiarse los dos. Asturias ha apostado por Du Pont y a Asturias le conviene que Du Pont logre hacer grandes negocios con su planta en Asturias, porque eso, indudablemente, también será beneficioso para el desarrollo de la región, con lo cual el negocio sería también para Asturias". Lo que así quedó demostrado con el paso del tiempo.

Bill Walker luchó por el cambio de mentalidad . El primer director de Du Pont en las instalaciones del valle de Tamón fue Bill Walker, quien derrochó toda su ilusión para fomentar un cambio de mentalidad entre los asturianos. Cuando aterrizaba con su esposa la persa Merry en el Aeropuerto de Asturias se asombraban de que les responsabilizasen del futuro de la multinacional en un paraíso verde. Hacer cosas mejores para vivir mejor ("Better things for better living") es la filosofía empresarial que les había llevado a convertirse en la mayor industria química de EE UU. En los spots corporativos difundían la imagen de productos tan populares y a la vez tan distintos, como la fabricación de piernas artificiales para que un soldado del Vietnam pueda volver al baloncesto; la detección del cáncer de mama gracias a una partícula inventada por ellos; la fibra Nomex -la primera que sería fabricada en Asturias-sirve para proteger del fuego y de los ácidos; o la construcción de barcos con doble casco que, muy graciosamente, es en el spot televisivo aplaudido por focas y patos, entre saltos de los delfines que así celebran el respeto que la Du Pont tiene hacia el Medio Ambiente.

El ejemplar humedal de La Furta. En el valle de Tamón los eucaliptales fueron sustituidos en sesenta hectáreas por carbayos, castaños, abedules y laureles. Walker fue quien decidió que la mitad de los terrenos que iban a utilizarse fuesen destinados a desarrollar una zona verde, con reserva de aves en una laguna pantanosa, vivero de creación de nidos y jardines de mariposas con la plantación de árboles autóctonos y flores para dar un nuevo aroma a los alrededores de la industria química para así contribuir a la mejora del entorno paisajístico del idílico valle. Todo un acierto fue la creación del humedal de La Furta que se ha convertido en punto de refugio para las aves acuáticas.

Para mantener adecuadamente segado todo el entorno recurrieron a los asturcones, con lo que de paso han abierto una nueva línea de negocio con la comercialización de las crías que nacen en el valle de Tamón.

Tan destructivos como siempre, algunos mentecatos llenaron de pintadas los accesos a Asturias con el lema "Du Pont = a muerte".

Treinta años después me gustaría que los autores de semejantes desvaríos diesen la cara. ¿A que callan como muertos?

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