El sector hotelero afronta con optimismo la campaña turística de esta Semana Santa. Con unas tasas de ocupación que rozan ya el completo a partir de este jueves, los responsables de los principales negocios de alojamiento en Gijón esperan que el mal tiempo no arruine una temporada vacacional "que siempre sale rentable". Aunque la lluvia de estos días ha traído consigo las primeras anulaciones, se espera que la tendencia al alza de las reservas de última hora a través de portales de internet, cada vez más habituales, mantengan las buenas cifras que se barajaban hasta ahora. Todo apunta, eso sí, a que la estancia media de los turistas será más bien breve: la mayoría se marchará de Gijón a lo largo del próximo domingo.

Varios establecimientos, sobre todo los más céntricos, calculan que entre hoy y mañana ya tendrán que impedir la entrada de nuevos clientes que quieran dormir en la ciudad entre el jueves y el sábado. Para estos tres días, que forman el centro neurálgico de la Semana Santa este año, los hoteles barajan ya cifras de ocupación por encima del 80%. "Yo creo que la mayoría tenemos previsto llenar todas las camas porque la gente cada vez tarda más en hacer la reserva. Ahora se lleva mucho hacerlo por internet; la gente busca automáticamente cuántos hoteles tienen plazas libres en cualquier ciudad y deciden casi sobre la marcha", explica Tomás Lázaro, jefe de recepción de uno de los hoteles más próximos a la playa de San Lorenzo. Advierte, sin embargo, de que este tipo de gestión acaba por complicar la entrada de familias con niños y bebés. "Como cada vez nos dan menos margen a veces no nos es posible instalar una cuna o una habitación adaptada para niños de un día para otro y tenemos que rechazar la petición. Hay ciertos grupos que deberían empezar a hacer llamadas antes", explica.

La previsión, por tanto, es que los hoteles funcionen a la mitad de su capacidad durante este inicio de semana y que a partir del jueves reciban al grueso de turistas. Y por el nivel de reservas, parece que los visitantes no tienen previsto alargar demasiado su estancia en la ciudad: todos los negocios consultados vuelven situar su nivel de ocupación por debajo del 40% a partir del domingo por la mañana. "A los locales más pequeños nos suele resultar más fácil llenar el aforo, pero también notamos que la mayoría no quieren quedarse más de la cuenta. Su paso por aquí será muy breve", concretan desde un hostal del Puerto Deportivo.

El balance final tampoco se sabrá hasta última hora porque buena parte de los turistas suelen cambiar de planes si su destino vacacional acaba amenazado por la tormenta. Varios hoteles consultados reconocieron haber recibido ayer sus primeras anulaciones y los achacan a los últimos días de lluvias. "Al final siempre estamos pendientes de que haga bueno y en cuanto llueve siempre cae alguna cancelación, pero en general parece que la afluencia va a ser similar a la de otros años y, por suerte, siempre es buena", razona Íñigo Blanco, director comercial de otro negocio local. Su establecimiento superaba ayer el 94% de ocupación para el Viernes Santo y rozaba el 80% el fin de semana. "Con estas cifras es raro que la semana se complique", justifica.

De momento, desde la Agencia Estatal de Meteorología no vaticinan una Semana Santa soleada en Gijón, pero tampoco la sentencian a estar pasada por agua. Exceptuando una casi segura tarde de lluvias a lo largo de mañana, el tiempo parece que dará tregua a partir del jueves, aunque hasta el término del fin de semana se mantendrán cielos nubosos con posibilidad de precipitaciones puntuales. Los turistas, sin embargo, saben a lo que se atienen. "No es raro que en estas fechas caiga alguna que otra gota y la gente lo sabe. Si nos mantenemos como hasta ahora el balance será positivo", concretan los hoteleros.