Gijón se sintió ayer un poco más cerca del verano. Gaiteros, juegos tradicionales, comida y, sobre todo, "sidra asgaya", se dieron cita en el que para muchos es el pistoletazo de salida a las fiestas de prau, la Primer Sidre l'Añu, que el Muséu del Pueblu d' Asturies acoge desde ayer hasta el domingo por décimo año consecutivo. "Ye muy prestosu. Buen ambiente, risas y amigos", afirmaba Fernando Álvarez, uno de los primeros en llegar a la macroespicha junto a su pareja y un grupo de amigos. "Nosotros siempre venimos de jueves. Hoy (por ayer) la gente todavía trabaja y se está tranquilo", añadía.

Ni el tiempo ni las procesiones impidieron a los gijoneses acudir a su cita con la fiesta de la sidra, por la que organización estima que estos días pasarán entre 5.000 y 10.000 personas. "Para nosotros es el descorche y la inauguración de las verbenas", explicaron César Collar y Yolanda Carrió, que acudieron al prao con sus respectivos hijos. "Aprovechamos la ocasión para intercambiar los bollos y las palmas. Ya es tradición", afirmaban.

La fiesta quedó inaugurada con el escanciado de la sidra oficial, la ganadora del concurso "La Mejor Primer Sidre l'Añu", que este año recayó en el llagar La Morena, de Siero, con su sidra de denominación de origen, "Prado y Pedregal". "Lo importante no es quién gane: es la sidra", señaló el gerente del local, Alfonso Prado, que recibió una montera picona hecha de corchos y una dote de 1.000 euros.

El pregón corrió a cargo del historiador Luis Benito García, impulsor de la candidatura de la cultura sidrera a patrimonio inmaterial de la Unesco, que criticó la falta de apoyo de las instituciones públicas para dicho reconocimiento. "La propuesta nació en 2008, cuando, junto a la Asociación de Llagareros, se la presentamos al consejero de Agricultura Aurelio Marín. Si todo hubiera seguido su curso, en el año 2013 ya se hubiera presentado a la Unesco", explicó.

Según Benito el proceso "ya está muy avanzado" y "depende ahora de una fase muy política, de que el Consejo de Patrimonio Histórico Nacional acepte la candidatura", un visto bueno que, de producirse, supondría que la declaración se produjera en el año 2021, estima el historiador.

El responsable de la organización, Marcos Fernández, por su parte, destacó "la contribución de la Primer Sidre l'Añu para rescatar tradiciones como la de la elaboración de la sidra sin trasegar o la de ofrecer la primera sidra del año, que ya hacen varios llagares de la región". Fernández destacó "el apoyo de la organización a la candidatura de la Unesco" y manifestó su preocupación "por la inacción del Principado, que ni siquiera ha llevado la propuesta a Madrid, pese a comprometerse el año pasado".