Luis María Villota, presidente de Alcohólicos Anónimos, asegura que en parte de los 600 grupos que se reparten por todo el país comienzan a acudir jóvenes de a partir de 20 años. La razón, dice, es el cambio en el hábito de consumo, que ha hecho que lo habitual, ahora, sea beber "de atracón" los fines de semana y no pequeñas dosis a diario. El experto cree también que las mujeres, como empiezan a beber más tarde, tienden a implicarse más en su recuperación que los varones. Participa esta semana, junto a decenas de compañeros, en la 40ª Conferencia de Alcohólicos Anónimos, una reunión anual en la que todos los representantes del país deciden las futuras estrategias de comunicación del grupo.
- No todo el mundo sabe que la sede de Alcohólicos Anónimos está en Asturias.
-Sí, en los años 80 se votó que se trasladaría desde Málaga hasta Avilés. Por eso aquí en Gijón estos días estamos celebrando nuestra conferencia nacional, a la que acuden 25 representantes de todas las áreas del grupo en el país y varios observadores.
- ¿Cuántos grupos y miembros hay en total?
-Nosotros no llevamos censos de participantes ni pasamos lista de asistencia, eso va en contra de nuestros valores, pero sí sabemos que en España hay unos 600 grupos, 22 de ellos en Asturias, y que la media de usuarios por cada uno son 15, así que podríamos decir que hay unas 9.000 personas en la red. También hay que contar los más de 20 grupos que hay en centros penitenciarios.
- ¿Ha aumentado la afluencia a lo largo de los años o la gente abandona el programa cuando se recupera?
-La participación sigue subiendo. Lo que pasa es que cada año algunos grupos se mueren, porque sus integrantes dejan de utilizar el programa, y al final acaban surgiendo otros nuevos con recién llegados. Hace poco se cerró un grupo en Avilés y se creó otro en Oviedo, por ejemplo.
- Pero entonces lo normal sí es dejar el programa al cabo de un tiempo.
-Más o menos. Como digo, nosotros no pasamos lista; cada uno es libre de asistir a las reuniones cuando quiera. Lo que sí es normal es que al principio el usuario acuda a al menos una reunión cada semana. Es recomendable que lo haga. Luego es habitual que deje de venir con tanta frecuencia porque necesita menos apoyo.
- Esa ausencia de censos forma parte de la identidad del grupo.
-Totalmente. Y se ha comprobado que funciona. En los últimos estudios se ha visto que en centros públicos las mujeres, por ejemplo, participan incluso menos que en Alcohólicos Anónimos. Se cree que eso se debe a que prefieren tener libertad para acudir cuando quieran a las reuniones y adaptar sus horarios. Aquí saben que si un día no vienen no pasa nada.
- Pero las mujeres siguen siendo minoría.
-Sí, pero sólo en número. Suponen un tercio respecto a los hombres, más o menos, pero participan con mucha intensidad.
- ¿Se implican más?
-Yo diría que se lo toman más en serio. Es lógico si piensas en el contexto. En Alcohólicos Anónimos la mujer suele presentar un inicio de consumo más tardío, ronda los 22 años. Los hombres del grupo, de media, empiezan a los 16. El consumo acaba por volverse adictivo a los 34 para ellas y a los 31 para ellos. Eso se traduce en que las mujeres han tenido un mayor tiempo de madurez, de media tienen más estudios superiores, y eso al final les hace afrontar este reto de otra manera.
- Puede que esos datos cambien pronto; los hábitos de consumo de alcohol en gente joven han cambiado.
-Ya, cuando yo era joven lo común era ver a gente que tomaba algo casi todos los días y al final ya no podían pasar un día sin beber. Ahora la ingesta se concentra en fines de semana pero tiende a los atracones, a beber mucho en poco tiempo.
- ¿Eso puede acelerar la presencia de adicciones?
-Acelera cualquier problema de salud. Si beben tanto en tan poco tiempo y siendo tan jóvenes... Es peligrosísimo.
- Entonces, ¿se espera que la edad media de los miembros baje en el futuro?
-Ya lo está haciendo. Vemos peticiones de afectados de unos 20 o 22 años o de sus familiares, que cada vez sienten antes que sus allegados se han vuelto adictos a la bebida.
- Socialmente el consumo de alcohol está muy aceptado.
-Esa es la raíz del problema: al estar aceptado no se percibe como un problema. Mucha gente cree que beber cerveza todos los días es como tomarse un refresco.
- ¿Por qué se debe mantener el anonimato?
-Forma parte de nuestro nombre y es lo que más nos cuesta explicar, pero no tiene nada que ver con la vergüenza. Los miembros no quieren que una posible recaída afecta al prestigio del resto. También se costean todo el proceso. Ni a mí, que soy presidente, me dejan contribuir al programa con un sólo euro. Piensan que como ellos solos se han metido en el problema deben salir de él de la misma forma.
