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Un padre lleva más de tres meses sin ver a su hija pese a tener la custodia

El hombre, que regentó un local hostelero en Gijón, asegura que su exmujer se llevó a la niña durante las vacaciones y desde entonces no sabe de ella

Un padre lleva más de tres meses sin ver a su hija pese a tener la custodia

Un padre lleva más de tres meses sin ver a su hija pese a tener la custodia, concedida tras el divorcio con su mujer por un juzgado de Gijón, la ciudad en la que este hombre regentó un establecimiento hostelero en la calle Ezcurdia durante tres años. "Estoy cansado de poner denuncias y que nadie me haga caso, espero que al hacerlo público se comiencen a movilizar para que pueda volver a ver a mi hija", confiesa Javier Ferreiro, de 43 años y natural de Lugo que no tiene noticias de su hija desde las pasadas navidades.

En el año 2017 Javier Ferreiro y su exmujer iniciaron los trámites de divorcio, cuando su hija tenía dos años y medio. Un juzgado gijonés concedió la custodia a este hombre al entender que era lo mejor para la menor, puesto que su madre no disponía ni de trabajo ni de domicilio. Ferreiro se volvió a Lugo con su hija tras cerrar el negocio de hostelería en Gijón. No obstante, la madre de la pequeña disponía de un régimen de visitas y en Navidad le correspondía pasar unos días con ella. El régimen de visitas incluye la mitad de las navidades, Semana Santa íntegra y dos terceras partes del verano así como fines de semana alternos y un par de tardes a la semana.

El día 6 de enero estaba previsto que la niña volviese a casa de Javier Ferreiro, pero no fue así. "La madre vino a buscarla en las vacaciones de Navidad y ya no la volví a ver; desconozco en qué situación está mi hija, sé que no va al colegio, pero no tengo ni idea de cómo ni dónde viven", lamenta Ferreiro. "Lo último que supe es que su hermano la había echado de casa y que creo que vive entre Bayona y Portugal", añade. Su exmujer, desde entonces, ni responde a las llamadas ni tampoco a los mensajes que le envía al móvil. Para colmo, pese a sus múltiples denuncias sigue sin resultados. "Me he cansado de poner denuncias, a ver si haciéndolo público los juzgados comienzan a moverse", explica.

Lo ocurrido a la vuelta de Navidad, cuando la mujer debería haber entregado a la niña, ahora de cuatro años, a Javier Ferreiro no es la primera vez que ocurre. "El año pasado, el 2 de mayo, llegó mi expareja al colegio y se llevó a la niña, que o volvió hasta septiembre después de treinta denuncias", relata. "Después de mucho insistir y presionar logramos que la niña volviese a casa", desvela. "Tras denunciar me llamó la policía y me dijo que estuviese tranquilo, que la niña estaba bien con su madre; pero es que no es con ella con quien tiene que estar, la niña tiene que estar conmigo porque soy yo quien tiene la custodia, concedida por un juzgado", expone.

Justicia desigual

Tras estos dos episodios, Ferreiro reflexiona sobre el funcionamiento tan dispar del sistema. "Estoy convencido de que si esto fuese al revés, en 48 horas yo ya estaba en los calabozos detenido, pero está claro que la Justicia no funciona por igual", lamenta este padre lucense, desesperado por reencontrarse con su hija.

Una de las principales preocupaciones de Ferreiro es la ausencia de su hija en el colegio. "Es el segundo año que pierde clase, lo mínimo es que al menos la niña vaya al colegio y luego ya discutiremos lo que haya que discutir; pero nadie hace nada", insiste. "No sé qué ocurre, algo se me escapa que no acabo de entenderlo, pero estoy cansado de denunciar y a ver si así me devuelve a mi hija", confía Ferreiro.

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