El parque gijonés de Isabel la Católica acogió el Viernes Santo el vía crucis que desde hace ya varios años organizan varias parroquias de la ciudad y que nuevamente estuvo presidido por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, acompañado y arropado por una decena de sacerdotes de la ciudad. Decenas de feligreses y devotos fueron testigos del paso de Jesús en la cruz, una imagen perteneciente a la parroquia del Corazón de María.

El rezo del vía crucis estuvo dirigido por el párroco de la iglesia de El Coto, Fernando Fueyo, mientras porteaban a Jesús en la cruz hasta completar las catorce estaciones, representando los momentos vividos por Jesús desde que fue condenado a muerte hasta su sepultura. En las siete primeras estaciones del vía crucis lo llevaron sobre sus hombros cuatro hombres, y en las siete restantes hicieron lo propio cuatro mujeres.

A la celebración religiosa se sumaron los cánticos de los integrantes de varios coros de las parroquias de la ciudad, alrededor de una veintena de voces que estuvieron dirigidas por Antonio González.

La lluvia tímida con la que amaneció el Viernes Santo se despejó a parir de las once y media de la mañana que permitió la celebración religiosa del vía crucis a las doce del mediodía, tal y como estaba previsto.