El área de Nefrología del Hospital de Cabueñes se ha propuesto incorporar la diálisis peritoneal a su cartera de servicios. La especialidad, centralizada desde hace años en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), atiende a unos 125 pacientes de toda la región, y de ellos unos 30 pertenecen a la competencia territorial del área V. El nefrólogo José Emilio Sánchez, jefe del servicio en Cabueñes, ya recibió esta semana el visto bueno de la gerencia y, ahora, trabaja en la elaboración de una memoria de trabajo para que el Sespa apruebe el proyecto. Esta técnica utiliza una membrana natural del cuerpo, el peritoneo, para filtrar la sangre que el cuerpo de un enfermo del riñón no puede depurar por sí mismo.
El tratamiento de diálisis se aplica para sustituir la función de los riñones, encargados de depurar las toxinas y el agua excedente de la sangre. Existen dos técnicas, aunque la más conocida es la hemodiálisis, que extrae la sangre del enfermo y la procesa a través de un filtro artificial para devolvérsela limpia. Cabueñes cuenta tanto con el servicio de hemodiálisis hospitalaria (también disponible en los hospitales de Cruz Roja y Jove) y con la domiciliaria, que permite dializarse en su casa al enfermo que sea capaz de manejar los aparatos.
La diálisis peritoneal, sin embargo, se sirve de "un filtro natural del cuerpo", en palabras de Sánchez, que es la membrana del peritoneo, situada en el abdomen. "Metemos un líquido dentro de esa cavidad y el resultado es una diálisis bastante natural. Es continua, más lenta, mejor tolerada y tiene mayores tasas de longevidad. Y se puede hacer en casa", concreta. Aprender esta técnica también es más fácil para los enfermos, según Sánchez, y les permitirá no tener que desplazarse al HUCA en caso de cualquier complicación. "Cuando un paciente gijonés en diálisis peritoneal tiene que ingresar por cualquier otra cosa, tiene que hacerlo en Oviedo porque aquí ahora mismo no podemos aplicarle esa técnica mientras esté hospitalizado", justifica el nefrólogo. "Me fastidia que pocos pacientes escojan este formato de diálisis, yo se la recomendaría a cualquier familiar mío. Te da mucha libertad", remata.
Sánchez se reunió hace un par de semanas con la delegación asturiana de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), que se ha mostrado también a favor del nuevo servicio. "Lo llevamos pidiendo mucho tiempo; hay pacientes que no están para desplazarse y quieren poder tratarse cerca de casa", razona Rogelio García, su presidente. "Ahora nuestro reto será que las residencias de ancianos también la incorporen", adelanta.
