Un joven de origen marroquí y vecino de Gijón ha sido condenado a un año de prisión por un delito contra la salud pública -en sentencia ratificada por la sección octava de la Audiencia Provincial- después de ser sorprendido tras una venta de hachís a una clienta en un bar de Gijón. Agentes de la Policía Nacional interceptaron a una mujer que había comprado dos gramos de hachís por veinte euros. Fue ella quien les dio una descripción a los policías de cómo era el vendedor y en qué bar lo había adquirido. Los agentes encontraron al joven, ahora condenado, en el establecimiento y le incautaron poco más de 58 gramos de hachís repartido en cuatro trozos. A la pena de prisión se le suma el pago de una multa de 550 euros por el delito contra la salud.