La caída de la contratación de tolvas ecológicas en 2018, producto en el que es puntero Taller Mecánico Manuel Silva, ha pasado factura a esta factoría gijonesa ubicada en terrenos de la Autoridad Portuaria de Gijón. Ese hecho, unido a la deuda que arrastra la sociedad por la inversión en las nuevas naves construidas poco antes de que estallara la crisis económica de finales de la década pasada, y el rechazo de los bancos a refinanciarla, han abocado a esta empresa a un concurso voluntario de acreedores, en el que entró el pasado 27 de febrero con un pasivo de más de 6 millones de euros.

En el haber de Taller Silva está la construcción de la mayor tolva ecológica de Europa, la que tiene Ebhisa en El Musel. La salida de la crisis en la que ahora se encuentra esta sociedad con sesenta años de historia, pasa ahora porque se cierre la contratación de varias tolvas ecológicas para clientes de España e internacionales.

La nula contratación en 2018 de este tipo tolvas, en el que Taller Silva es un referente mundial, acarreó importantes pérdidas a la sociedad por sus elevados gastos fijos. La empresa intentó evitar el concurso de acreedores con una negociación con los bancos y con los proveedores en el segundo semestre del año pasado y, con posterioridad, a finales de año tras entrar en preconcurso de acreedores en octubre. Los proveedores llegaron a aceptar una importante quita de la deuda, pero no hubo solución ante la negativa de los bancos a refinanciar a largo plazo una parte de la deuda que había vencido, lo que pasaba por una concesión de un nuevo crédito de 600.000 euros con un año de carencia y a devolver en 16 años, esto es, vinculado al vencimiento de la concesión de las instalaciones portuarias que ocupa, en el año 2034. Ahora la empresa tendrá que negociar un convenio con los acreedores y para que salga adelante será clave la postura que adopte la banca.

Pese a la crisis, la empresa no ha dejado de pagar nunca a sus 49 trabajadores, estando al corriente tanto en nóminas como en cuotas a la seguridad social. De los más de seis millones de pasivo, la mitad corresponde a 7 bancos, siendo el principal acreedor entre ellos el Banco Santander, con 1,2 millones e hipoteca sobre las instalaciones de la empresa.

Autoridad Portuaria

Silva también adeuda el pago a la Autoridad Portuaria de Gijón de las tasas de 2018 y el primer semestre de 2019 y también tiene deuda con Hacienda y proveedores.

La empresa arrastraba una importante carga financiera por la construcción de sus nuevas instalaciones en El Musel, con una inversión de 4 millones de euros poco antes de que la crisis mundial que estalló en 2007 se tradujera en cancelación de pedidos de tolvas ecológicas en los años siguientes. A eso se sumó que el cliente y socio en aquella inversión, Viuda de Martínez Laviada, perdió poco después el contrato con Repsol, lo que se tradujo en una caída de pedidos de cubas para camiones cisterna, negocio tradicional de Taller Silva, junto a las reparaciones en El Musel. Con la crisis Silva pasó de hacer 50 cisternas al año a 3, si bien recientemente se ha recuperado algo ese segmento de negocio.

Aquella crisis llevó a que la empresa pasara de 70 a los 49 trabajadores actuales, no cubriendo las bajas por jubilaciones, y a acordar un ERTE hace ocho años.