Tuinsa Norte, empresa gijonesa de calderería que hasta la semana pasada contaba con 79 trabajadores en nómina, está al borde del precipicio, tras haber dejado de pagar a los trabajadores, la luz, el teléfono y el gas que usan para soldar. Los trabajadores iniciaron ayer un encierro ante el impago de sus nóminas y el temor de que la empresa acabe cerrando. Tuinsa fue vendida el pasado diciembre a la empresa Full Pack Trading and Marketing, cuyo objeto social es el reciclaje de materiales, el transporte, la construcción y el comercio al por mayor y por menor, la exportación e importación de productos.

El detonante para el encierro fue el intento, en la mañana de ayer de sacar del taller piezas en construcción, sin acabar. Fue el propio cliente el que intentó retirarlas después de que al parecer desde Tuinsa le indicaran que no podría concluir la obra al no disponer de dinero para pagar el gas que utilizan para solar, según explicó el presidente del comité de empresa, Juan Batalla.

La situación es límite. A la fábrica ya le han cortado el teléfono y el acceso a Internet y ya ha recibió un aviso para el corte del suministro eléctrico por impago. Ayer su plantilla era de 69 trabajadores, después de que en la última semana siete pidieran la cuenta y otros tres hayan sido despedidos. La mitad de la plantilla no cobró la nómina del mes pasado y la empresa tampoco ha abonado la del actual, aunque tiene de plazo hasta el día 10. Hace 15 días los sindicatos aceptaron una regulación temporal de empleo por un año, rotativa para el personal de taller, en la creencia de que favorecería un reflotamiento de la factoría y ante el anuncio de inversiones y carga de trabajo que no han llegado. Ahora, los trabajadores que están regulados no pueden cobrar ni el paro, porque el corte de las telecomunicaciones a la empresa está retrasando el envío de documentación a los servicios de empleo públicos.

Aunque la empresa se vendió en diciembre, antiguos socios siguen vinculados a la compañía, como apoderados. Al menos eso es lo que explican desde el comité, donde dicen que quien está en la empresa habitualmente es Francisco Manuel Menéndez Roces, mientras que aún no le han visto el pelo a la nueva administradora única de Tuinsa, María Gloria Rodríguez Fernández. Esta última se hizo cargo formalmente de la empresa gijonesa el pasado 16 de enero, cuando cesaron los anteriores administradores solidarios; Menéndez Roces y José Andrés Mendivil Ardura. Como responsable en Asturias de los nuevos propietarios estaría José Luis Gómez Fernández, quien fue quien negoció el ERTE con los sindicatos.

Full Pack Trading and Marketing es la nueva denominación social de Reciclajes Candeleda S.L. Esta empresa tiene su domicilio social en un quinto piso de la Avenida de Juan Carlos I, en Talavera de la Reina (Toledo) y un capital social de 3.006 euros. Su administrador único es José Enrique Mirasol Aguilera.

Reciclajes Candeleda trasladó en noviembre de 2017 su domicilio social desde Candeleda (Ávila) hasta su actual ubicación y ampliando su objeto social al comercio mayorista y minorista.

No fue posible recabar ayer explicaciones de la empresa, ni directamente ni a través de los mensajes enviados a través de personas relacionadas con la dirección.