Lejos de estar superada, la crisis se ha enquistado en un grupo importante de población gijonesa a la que aún le cuesta encontrar empleo y, por tanto, salir de las situaciones de riesgo en que se encuentran inmersos. Es el diagnóstico que hace Cruz Roja con los datos del año pasado ya cerrados, y con la sensación de que las dificultades tardarán en resolverse. De hecho este año parece que se incrementan: en lo que va de 2019 ya se ha registrado un centenar más de entregas de alimentos que en el mismo periodo del año pasado.

Son los datos que ofreció ayer Maite Alonso, coordinadora de actividades en Gijón, con motivo de la celebración del "Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja" . El año pasado la entidad atendió en total a 5.466 personas en situación de extrema vulnerabilidad, con un total de 4.312 intervenciones para paliar necesidades de toda índole.

Las mujeres también han sido un foco importante de atención en las actuaciones de Cruz Roja el año pasado, con 215 víctimas de violencia de género protegidas a través de la teleasistencia móvil, una cifra "alarmante", reconoce Cruz Roja, que dio lugar en este sentido a 1.950 intervenciones, con 85 menores como usuarios indirectos del servicio de protección.

Cruz Roja prestó además soporte a 348 personas inmigrantes procedentes de países como Costa de Marfil, Libia, Mali, Pakistán, Sudán, Somalia, Rumanía, Armenia o Afaganistán, que han dado lugar a 6.218 intervenciones: desde clases de castellano hasta actividades de integración o ayuda para realizar trámites diversos.

Del mismo modo se han realizado 3.633 intervenciones con 483 personas con discapacidad, fundamentalmente en actividades de ocio y tiempo libre, y se ha atendido a 4.612 personas mayores en proceso de envejecimiento. La teleasistsencia a mayores llega ya a 4.054 usuarios, y también se jan desarrollado 43 acciones de sensibilización con la juventud y la infancia.

Puertas abiertas

Más allá de los datos, la asamblea local de Cruz Roja quiso mostrar ayer su cara más humana con una apretada agenda de actividades durante toda la mañana, con la intención de agradecer su esfuerzo a trabajadores y voluntarios de la casa (un total de 788)y de mostrar al público en general lo mucho que se hace diariamente. Así, hubo talleres de primeros auxilios, visitas de escolares, charlas de superación, una degustación de té marroquí, una actividad de caligrafía árabe, un taller de trenzas africanas y la presentación de una obra de teatro a cargo de un grupo de usuarios de las residencias de mayores del ERA titulada "La mejor medicina, el humor".