Las investigadoras Celia España y Sara González, de la Universidad de Cantabria, presentaron ayer en el congreso internacional feminista "Spring Conference" de la Facultad de Comercio un estudio conjunto en el que se demuestra "una clara falta de formación de los docentes ante los casos de alumnos transexuales". El problema, según explica España, es que el sistema educativo es el "segundo gran apoyo" en estos casos (después del familiar), por lo que si el primero falla el afectado "queda apartado del sistema". González, por su parte, propone que las facultades que forman a los futuros docentes amplíen su temario sobre gestión emocional y nuevas sensibilidades.

El estado actual de la diversidad sexual en el ámbito educativo se extrapoló a partir de varias entrevistas individuales. El "caso más claro", explica España, fue el de una niña transexual, en el que se analizó la postura de su abuela y de su profesora. "Notamos una falta de formación en el sistema educativo, mientras que la abuela de la niña vivía una lucha incesante contra el colegio", aclara. "Es algo tan simple como que si una familia pide que a su niña se la llame María y no Mario en la escuela, en muchos casos la directiva del centro prefiere mantenerse al margen, con el daño que eso supone para la alumna", añade. En general, la investigadora cree que "la enseñanza tradicional puede desmotivar a los niños" por no haber sido todavía capaz de "salirse de los parámetros de siempre". "Hay que cambiar los planes de estudio de los docentes; asistir voluntariamente a cursos ya no sirve", sentencia España.