Un gijonés de 30 años de edad se sentará esta mañana en el banquillo de los acusados por agredir presuntamente a su madre, de 60 años, a la que tiró de la cama con violencia, provocándole diversas lesiones tras una discusión con ella que la víctima quería dar por zanjada. Ahora, este individuo se enfrenta a una pena de ocho meses de cárcel, dos años y un día de alejamiento de su madre y otros tantos de prohibición para tener armas.

El procesado, de acuerdo con el escrito de acusación del fiscal, inició una discusión con su madre al llegar casa. Eran las doce del mediodía del 16 de enero de este año. La mujer optó por dejar de discutir con su hijo y se fue a su habitación. Una vez en el cuarto se tiró encima de la cama. Su hijo fue tras ella con la intención de continuar con los reproches, pero al ver que no le hacía caso y seguía acostada dándole la espalda optó por levantar el colchón de forma súbita y sin previo aviso, lo que provocó que la mujer se fuese al suelo tras golpearse con fuerza contra la pared.

La mujer sufrió varias contusiones, para cuya curación precisó catorce días. Tras esta agresión se dictó de manera cautelar la prohibición de que el acusado se acerque a su madre a menos de 200 metros y de que se comunique con ella por cualquier medio.