Cada treinta segundos una persona se convierte en víctima de la trata en todo el mundo. Son ya veinte millones de personas los que sufren este tipo de explotación. No obstante, hay quien trata de combatir esta situación de vulnerabilidad. Una de ellas es Loida Muñoz, directora en España de la ONG internacional A21, que acaba de visitar Gijón con motivo de un curso de formación a profesionales, orientado a las iglesias evangélicas. Esta organización es la creadora de la marcha internacional "Caminando por la libertad", que se organiza cada año y cuya próxima cita tendrá lugar en nuestro país el día 19 de octubre.
- ¿Cuál es la situación de la trata de personas en España?
-La trata de personas tiene diferentes formas. Las que más abundan son la trata de explotación sexual y la trata con fines de trabajos forzoso. También existe la mendicidad forzada o para cometer actos delictivos. Desgraciadamente solo se ha avanzado mucho, que lo celebramos, en el tema de la explotación sexual, pero todavía estamos dando a conocer el resto de tipo de tratas. Hay más, pero son los que más abundan en España. Hay avances, pero quedan muchos pasos que dar.
- ¿Hay cifras sobre la trata en España?
-Hay diferentes cifras en distintos estudios. Nos acogemos a las cifras oficiales, principalmente los del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente del Ministerio del Interior. Su último informe dice que entre 2013 y 2016 hubo 53.440 mujeres y niñas en riesgo de trata y explotación sexual en España. Ese informe solo habla de explotación sexual, por lo que no se contabiliza otro tipo de riesgo de víctimas, como el trabajo forzoso (en este caso la mayoría de víctimas son hombres), que cada vez hay más. De hecho, en 2013, el Ministro del Interior dijo que la trata de explotación sexual genera cinco millones de euros al día. A nivel mundial, hablamos de 40 millones de personas víctimas de esclavitud, el 71% mujeres y niñas. Eso es casi como toda España. A nosotros nos gusta evidenciar que cada treinta segundos una persona se convierte en víctima de trata. Y esto es solo la punta del iceberg.
- ¿Cómo detectar estos casos?
-En el día a día, el primer paso, y lo que para nosotros es un pilar de trabajo, es la sensibilización, que la gente entienda lo que es el problema de la trata. No podemos identificar algo si no sabemos cuál es el problema. Es la primera cuestión, facilitar la educación y sensibilización en todos los ámbitos. En lo que es detectar, siempre que se detecte una situación extraña, lo importante es que no se tenga miedo a reportarlo.
- ¿En qué hay que fijarse para detectarlo?
-Cuando ves a una persona que siempre la traen y la recogen en el mismo lugar y en la misma hora para ejercer la mendicidad forzada; una mujer u hombre que habla con miedo; una persona que lleva mucho tiempo sola? Son muchos los indicadores. Nosotros animamos a que, si se conoce el problema, hay que ser consciente de que pasa en nuestras ciudades y que si ves algo raro hagas la denuncia a Policía Nacional.
- ¿Cuál es la situación de la mendicidad forzada?
-En todos los tipos de trata hay tres factores. Uno es la captación de las personas. Hay redes criminales que captan a las personas, las transportan y hacen la recepción de las personas. Luego está la coacción. En toda trata siempre hay amenazas, engaños, abuso de poder y uso de la fuerza. Esto siempre hay que tenerlo presente. En este caso hay una persona en situación de vulnerabilidad y se la obliga a forzar la mendicidad. No está porque quiere, la tienen ahí forzadamente y está explotada. Todo el dinero que recauda va a las manos de los tratantes. No obstante, sobre esto, en España, no hay cifras reales.
- ¿Mejora la situación?
-Se está trabajando y haciendo esfuerzos. Nosotros hemos estado trabajando en casos específicos junto a Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en los que hemos logrado rescatar a personas que estaban siendo obligadas a ejercer la mendicidad. Solo por uno merece la pena hacer todo este trabajo. Hemos ayudado a que redes criminales que actuaban por toda España pudiesen ser detenidas. Ese es el mayor premio. Saber que hay personas rescatadas y liberadas.
