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La sanidad gijonesa, referente en la región

Cabueñes adiestrará a otros hospitales en una nueva técnica para operar hernias

El centro sanitario es referente en Asturias en una cirugía de desprendimiento de intestino con laparoscopia

Cabueñes adiestrará a otros hospitales en una nueva técnica para operar hernias

Cirujanos de toda la región visitarán en los próximos meses a sus compañeros de Cabueñes para aprender una nueva técnica quirúrgica empleada en la reparación de hernias en el intestino. El método, denominado "hernioplastia totalmente extraperitoneal" (TEP), tiene como principal experto en la región a Eusebio L. Mosquera, facultativo del hospital gijonés, que actuará como tutor para el resto de cirujanos interesados. En el primero de estos talleres, que tendrá lugar el próximo día 24 de este mes, operará a tres pacientes en presencia de facultativos de los hospitales de Cangas del Narcea, Valle del Nalón y Jove.

Este tipo de hernioplastias utilizan una laparoscopia (evitando así la cirugía abierta) y permiten, según los responsables del área quirúrgica de Cabueñes, operar en una misma sesión una hernia bilateral y solucionar con mayor seguridad para el paciente una recidiva (un desprendimiento que ya había sido operado y reaparece). Mosquera aprendió a realizar esta técnica en Sevilla, donde estuvo trabajando durante años. A su llegaba a Cabueñes hace tres, la técnica en el norte era prácticamente desconocida y él la implantó casi de inmediato en el hospital gijonés. Desde entonces, y aunque algún oro facultativo (generalmente del sector privado) sí que ya ha empezado a utilizarla por su cuenta, el cirujano sigue siendo el principal experto de la región.

Una hernia inguinal se produce cuando una parte del intestino se desprende a través de una abertura en la red abdominal de la ingle, provocando protuberancias visibles en la propia ingle o en el escroto del afectado. Para repararla hoy en día se utilizan, principalmente, dos técnicas con laparoscopia: la ya citada TEP y otra denominada "hernioplastia transabdominal preperitoneal" (TAPP), cuyo uso está más extendido. Desde Cabueñes, sin embargo, explican que esta segunda opción está empezando a provocar desconfianza porque exige que los cirujanos tengan más conocimientos técnicos sobre el proceso y porque el riesgo para el paciente es mayor.

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