"España tiene el peor Código Penal de toda Europa". Así de tajante se mostró ayer en Gijón el exfiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, durante su participación en el encuentro directivo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, en colaboración con el bufete de abogados Garrigues, que se desarrolló en Laboral Ciudad de la Cultura. Una crítica a la que se sumó el reproche de que las personas jurídicas puedan tener responsabilidad penal y civil. De hecho, Torres-Dulce aseguró que existe una hiperregulación en cuanto a esa responsabilidad de las empresas. "Tanto la UE como los parlamentos de cada país deberían reflexionar que en muchos casos una hiperregulación produce efectos contrarios".

El exfiscal general, ahora vinculado a Garrigues, Eduardo Torres-Dulce -estuvo acompañado en su intervención por Miguel Costales Portilla, responsable de práctica penal en Asturias y Castilla y León, y socio de Garrigues- disertó sobre el "programa compliance", el conjunto de normas y protocolos que debe existir en una empresa para prevenir la posible comisión de ilícitos, una herramienta que podría evitar a las empresas esa responsabilidad civil y penal directamente en el caso de infracción.

La implantación del conocido "programa compliance" podría evitar esa imputación de la empresa en el caso de existir una infracción, es decir, si los mecanismos de prevención implantados son los adecuados para evitar que se produzcan esos casos, quedaría la empresa exenta de esa responsabilidad aunque luego tuviesen lugar esas infracciones, porque la empresa puso todos los medios para evitarlo.

La jornada en Laboral Ciudad de la Cultura estuvo prologada por la bienvenida de Pablo Junceda, presidente de APD en Asturias. La cita incluyó, además, una conferencia a cargo de José María Muñoz Paredes, catedrático de Derecho Mercantil y socio de Garrigues, bajo el título "¿Hacia dónde va la responsabilidad de administradores y directivos?".