En pleno revuelo por la vigilancia de la jornada laboral exigida por el gobierno central para controlar que las empresas no sobrecarguen de horas extra -muchas veces sin remunerar- a sus trabajadores, hay un colectivo de la ciudad que alza la voz. La plantilla del servicio de vigilancia y salvamento de las playas gijonesas denuncia que, tras casi un año, sigue sin cobrar las horas extras realizadas durante la campaña del verano de 2018.
No es una queja nueva, pero sí lo es el punto de hartazgo. Tanto que un nutrido grupo de socorristas han entregado por registro una nueva queja al consistorio gijonés "reclamando lo que es nuestro: que nos paguen las horas que trabajamos", según explican.
Así, en el documento se puede leer, de forma escueta pero concreta, su petición: "como miembro del equipo de salvamento en playas solicito que se me abonen los días extras trabajados en el verano de 2018". Días que, además, coinciden con algunas de las fiestas grandes la ciudad, como la noche de los Fuegos, cuando parte del equipo tuvo que alargar su jornada laboral durante el espectáculo pirotécnico, para garantizar que todo saliese según lo establecido, mientras el resto de la ciudad disfrutaba de la fiesta.
"Prácticamente casi toda la plantilla hicimos horas extras", aseguran los socorristas, 48 según la última relación de puestos de trabajo publicada por el consistorio: 27 socorristas acuáticos, 12 socorristas lancheros, 5 auxiliares de playa y 4 subjefes. En algunos casos, el montante adeudado a un trabajador llega a alcanzar los 500 euros.
Además, los miembros del servicio de salvamento solicitan el pago de "la cuantía correspondiente a la reducción de media hora en la jornada diaria de trabajo durante el periodo estival (del 15 de junio al 15 de septiembre), tal y como queda recogido en el artículo 53 de la resolución de 12 de abril de 2018", según recogen. Denuncian que "dicha media hora no ha sido disfrutada por el personal de salvamento" por lo que solicitan, al menos, cobrarla como tiempo extra trabajado.
Desde el Consistorio, aseguran, "siempre nos dicen que nos pagarán el mes próximo, pero ya nos cansamos de esperar". Más aún cuando ya se ha iniciado la temporada de baños de este año. "No es de recibo que sigamos así", explicitan. Cabe recordar que la pasada temporada de baños fue excepcional, con sucesivos vertidos de aguas fecales a la playa de San Lorenzo que obligaron a cerrar al público, varios días, el principal arenal gijonés.
Un retén vigila desde el 1 de mayo las tres playas urbanas hasta que comience el servicio completo en junio. "Esperemos haber cobrado para entonces", zanjan.
