La playa de San Lorenzo ha sido durante décadas la "joya" asturiana del turismo marítimo y una de los más concurridos arenales urbanos del norte español. Pero su imagen ha estado en constante transformación desde el auge que conoció el litoral cantábrico, a finales del siglo XIX, con el llamado "turismo templado". A mostrar algunas fases de esa mutación, polémica por la constante pérdida de superficie de arena seca en pleamar, se dedicará la exposición "Mirar la playa", que el Museo Nicanor Piñole inaugurará el próximo 6 de junio. Un conjunto especial, que estará todo el verano (hasta el 29 de septiembre) en la instalación de la plaza de Europa, al dar visibilidad a esos cambios a través de las colecciones de postales del Muséu del Pueblu d'Asturies.
Son imágenes tomadas entre los años 40 y los 70 del pasado siglo XX, un período de tiempo marcado por el desarrollismo a ultranza y una especulación urbanística que ha condicionado, hasta ahora mismo, la imagen de la que la mayoría de los asturianos considera como su playa.
La exposición está organizada por la dirección de los Museos de Bellas Artes de Gijón, aunque su montaje sería imposible, tal y como está concebido, sin el asombroso fondo gráfico del Muséu del Pueblu d' Asturies. Las tarjetas postales constituyen uno de los segmentos de interés de ese impresionante acervo, una colección que permite ilustrar con imágenes recorridos sobre los asuntos más variados.
Todos los especialistas coinciden en que los años en que se centra "Mirar la playa" son, precisamente, los del "esplendor" de la tarjeta postal. La popularización de las cámaras fotográficas primero, y más tarde la llegada de los teléfonos móviles, fueron reduciendo el mercado de las tarjetas postales. Siguen vendiéndose, pero sin alcanzar las cotas de los años señalados.
El Muséu del Pueblu d' Asturies tiene, en este sentido, varias interesantes colecciones de postales, como el fondo del fallecido profesor y bibliófilo cangués Manuel Gurdiel Sierra. También, por ejemplo, las colecciones de Ediciones Alarde. La playa de San Lorenzo, imagen acuñada en todas las campañas de promoción turística de Gijón y de Asturias durante los años del "desarrollismo", era una constante en todas aquellas postales y un "motivo recurrente", según los estudiosos.
"Mirar la playa, San Lorenzo a través de la colección de tarjetas postales del Muséu del Pueblu d'Astutries" permite visualizar el controvertido cerco urbanístico a un arenal con una longitud de 1.550 metros, desde "la Cantábrica", tras la iglesia de San Pedro, hasta "el Tostaderu", en la desembocadura del Piles. Y lo que es más, la exposición invitará además a poner en relación la playa que pintó el gran artista que da nombre al museo de la plaza de Europa, donde se custodia su legado, con las imágenes de esas postales. Del arenal captado desde la subjetividad y la intimidad, a la playa del turismo de masas en permanente expansión.
