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Radiografía del cuidado a la infancia en el municipio

Los Servicios Sociales atendieron en 2018 a 99 niños víctimas de maltrato psíquico

El número de notificaciones de nuevos casos de desprotección de menores no ha dejado de crecer, hasta llegar a 240 el año pasado

Los problemas de la infancia van en aumento en Gijón. Así lo reflejan los datos de la Memoria de Gestión de la Fundación Municipal de Servicios Sociales correspondiente al año pasado: a lo largo del 2018 se mantuvieron activos 1.128 expedientes de intervención con menores en el municipio de Gijón y se recibieron en el Programa de Infancia un total de 240 nuevas notificaciones, que tienen entrada desde diversos ámbitos. Es más, en el período comprendido entre los años 2015 y 2018 los expedientes nuevos han ido aumentando paulatinamente, pasando de 99 en el año 2015 a 240 nuevos el año pasado, que dejan tras de sí intervenciones peliagudas.

Así, a lo largo del año pasado se prestó atención a través de los servicios municipales especializados a casi un centenar de casos de maltrato psíquico ejercido sobre los niños de diversas formas (por amenazas, por exposición a situaciones de violencia o por instrumentalización, con 99 víctimas en total atendidas), dos casos de abuso sexual y una docena de casos de maltrato físico. A ello hay que sumar que de las nuevas notificaciones de desprotección recibidas el año pasado en la Fundación, 14 lo fueron por maltrato físico, 6 por abuso sexual, 28 por maltrato psíquico, 4 por abandono, 57 por incapacidad parental para controlar la conducta de los menores, 6 por maltrato prenatal, uno por desprotección grave, 29 por graves dificultades personales de los progenitores o tutores y dos por situación de necesidad familiar. Unas cifras que dejan en evidencia los problemas de los que es necesario proteger a los niños y que en los últimos tiempos han ido en aumento en la ciudad.

La zona en la que más se ha incrementado el número de expedientes es Contrueces, seguida de El Llano, si bien en Gijón Sur fue donde más evaluaciones se solicitaron a los Equipos de Intervención Técnica de Apoyo a la Familia, unos grupos de trabajo que tienen como objetivo mejorar las relaciones familiares y las competencias individuales de cada uno de sus miembros a fin de evitar situaciones de desprotección de los y las menores para conseguir la permanencia en su medio. El perfil de las familias sobre las que han intervenido estos equipos es el de familias a cargo de la madre en su mayoría (51,79 por ciento de los casos). El 53 por ciento de la población de menores atendida por este equipo fueron mujeres (128 menores), mientras que los varones representan el 46 por ciento (112 menores). Entre ellos, además, se manifiestan diferentes dificultades; desde problemas emocionales hasta retraso escolar, dificultades de relación o aislamiento, absentismo escolar, conductas antisociales y, en un porcentaje cercano al 10 por ciento, conductas agresivas.

El número de familias en intervención personalizada por parte de estos equipos ascendió a 168, con 240 menores receptores de las acciones de apoyo y protección por parte de los profesionales competentes. Entre los progenitores se observa además cómo la gran mayoría, especialmente las madres, sólo tienen estudios primarios, y entre estas familias se repite con frecuencia un déficit en habilidades parentales que les incapacita para ejercer su labor de cuidado hacia los más pequeños.

Es la causa más frecuente de desprotección de los niños, pero no es la única. Los equipos de intervención detectan como factores relevantes la conciencia limitada de los padres de la existencia de problemas, la violencia y los conflictos de pareja, la ausencia de fuentes de apoyo, el desempleo o el empleo precario, las dificultades económicas, los problemas relativos a la salud mental, el consumo de alcohol, las toxicomanías, la vivienda precaria, las conductas delictivas, los problemas de salud física o las capacidades intelectuales limitadas. Un rosario de causas que hacen que los niños deban recibir apoyo especializado: 95 de los menores que lo necesitaron tenían entre 7 y 12 años.

Cuando llegan a los equipos de intervención técnica de apoyo a la familia, muchos de los casos presentan un nivel grave de desprotección, con lo que las actuaciones en favor de la infancia requieren de soluciones ágiles y efectivas, con tipologías que van variando con el paso del tiempo y necesidades en aumento, tal y como refleja la Memoria de gestión.

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