La última jornada de ayer en la "Semana negra" se saldó con la detención de una mujer de 38 años acusada de haberle dado una paliza a uno de sus hijos. Según los testigos, la madre obligó al pequeño de 7 años a comerse un trozo de comida del suelo, le insultó y le dio golpes hasta que empezó a sangrar por la nariz.

La mujer está ahora acusada de un posible delito de lesiones y salió del recinto esposada por agentes de la Policía Local. Responde a las iniciales D. A., es de origen brasileño y reside en Gijón. El niño quedó a cargo de una de sus hermanas.

En la madrugada del día anterior, por otro lado, la Policía Local intervino también en la ciudad para proteger a otros dos menores que caminaban por la calle con su madre y su abuela, de 35 y 62 años, "completamente ebrias", según los agentes. Los pequeños, uno de dos años de edad y otro de tan solo cuatro meses, fueron trasladados al Centro Materno Infantil de Oviedo al ser las acusadas incapaces de facilitar el contacto de algún otro familiar.