La fiesta de fin de Feria, un clásico del verano gijonés, vuelve a sonar. El pasado año la celebración, en la que los trabajadores de la FIDMA liberan tensiones tras dos semanas de intenso trabajo, se suspendió a última hora, al no dar el Ayuntamiento el visto bueno para su celebración, alegando falta de seguridad. Pero este año, el festejo volverá a realizarse el próximo domingo, 18 de agosto.

Y lo hará, además, en el mismo lugar donde el pasado año no pudo hacerlo: LABoral Centro de Arte. Los problemas del evento del pasado año parecen estar ya subsanados y será la fiesta, la alegría y la celebración las que imperen.

Las entradas ya están a la venta, a un precio de 8 euros, con una consumición incluida. En el flyer se especifica que la fiesta comenzará a medianoche, con aforo limitado y únicamente reservada para mayores de 18 años. Además, los asistentes podrán disfrutar de dos zonas distintas, interior y exterior, como ya estaba previsto el pasado año. Quien acuda a la fiesta podrá disfrutar igualmente de servicio de parking.

Desde la organización se espera que este año se pueda recuperar el ambiente festivo que siempre imperó en la celebración, que tradicionalmente y hasta su cierre tuvo lugar en la célebre discoteca El Jardín.

Fue un informe de los bomberos, a última hora, el que echó por tierra la fiesta el pasado año, tras semanas de silencio administrativo a la petición formulada desde la organización. El principal problema, alegaron desde la concejalía de Seguridad Ciudadana, tenía que ver con los ratios de evacuación en caso de emergencia, al ser una fiesta que congrega cada año a miles de personas. No obstante, desde la empresa siempre se defendió que el trabajo, realizado "con rigor", era correcto y que la seguridad estaba perfectamente garantizada.

Una polémica que ahora queda atrás con la organización, un año más, de una de las fiestas más esperadas del verano gijonés.