Tres niños de entre 9 y 3 años saltando de una ventana a otra desde un noveno piso. Esta fue la imagen que se pudo ver ayer por la mañana en uno de los edificios de las Torres Sedes de Pumarín y que precisó de la intervención de una patrulla de agentes de la Policía Local y una dotación de bomberos para garantizar la seguridad de los pequeños, que resultaron ilesos. La madre de los afectados se localizó más tarde y aseguró estar trabajando, aunque acabó presentándose e la vivienda familiar para hacerse cargo de los niños. El suceso, sin embargo, se ha puesto en conocimiento tanto de la Fiscalía de Menores como de Servicios Sociales.

La gijonesa Laura García, sin embargo, aseguró ayer a este periódico ser tía de los pequeños (dos niñas de 9 y 5 años y un pequeño de tan solo 3) y haber intentado notificar varias veces a Servicios Sociales que su hermana, que ha "roto toda relación con ella" hace meses, "abandona con frecuencia" a los niños en el domicilio y se niega a que tanto ella como su otra hermana se hagan cargo de ellos en su ausencia. Se enteró de lo sucedido por la prensa. "Cuando vi la foto en el periódico digital se me cayó el alma al suelo. Podría haber pasado cualquier cosa. Reconocí a mi sobrina al primer vistazo", lamentó. García acudió ayer por la tarde a la Policía Nacional para denunciar formalmente la situación.

En dicho parte, al que ha tenido acceso este periódico, la implicada asegura que "sus sobrinos llevan tiempo sufriendo episodios de abandono y malos tratos físicos en repetidas ocasiones", según le confesó la otra hija de la denunciada, de 13 años, que vive con su padre en Tuilla "y se niega a regresar con su madre". García también aseguró ante los agentes que la denunciada "dejó atado a la cuna a uno de los nenos", el más pequeño (3 años), "mientras ella salía con su novio y llegaba a altas horas de la madrugada". Termina su denuncia calificando a su hermana como "violenta" y recordando que ya ha notificado esta situación a Servicios Sociales el mes pasado. "Si ella no se puede hacer cargo de los niños no se los puede quedar. Siempre los deja solos y cualquier día va pasar algo más grave. No voy a consentir que les pase nada; se criaron conmigo y no me deja verlos", sentenció.

Pese a lo peligroso del juego, los niños resultaron ilesos y, de momento, quedaron ayer a cargo de su madre. Tal y como explica el parte policial, la intervención se produjo a las 9.30 horas de ayer en las Torres Sedes del barrio de Pumarín (García matiza que se trata de uno de los últimos portales antes de la rotonda en la que desemboca la avenida de la Constitución) después de que un vecina alertase de que "tres menores estaban jugando a saltar de una ventana a otra" desde la novena planta.

Los agentes, apoyados por una dotación de bomberos, se desplazaron al lugar del incidente para garantizar la seguridad de los niños e identificarles. Después, al cotejar los vídeos de seguridad de tráfico -una de las cámaras apunta directamente a la zona del inmueble- la Policía también comprobó que el testimonio de la vecina era cierto: las imágenes captan claramente a la niña mayor con un pie en el alféizar de una ventana y el otro en la de al lado. La madre se presentó "a los pocos minutos en la vivienda" para quedarse a cargo de los niños. Los hechos, sin embargo, han sido notificados a la Fiscalía de Menores y a los Servicios Sociales, que estudiarán si lo relatado por García es cierto y sancionable.