La gijonesa Silvia A. M., en prisión preventiva como acusada del asesinato a puñaladas de su hijo recién nacido, se encuentra en la unidad terapéutica educativa (UTE) del Centro Penitenciario de Asturias desde que ingresó en la cárcel el pasado sábado, horas después de ser detenida por este crimen que ha conmocionado a toda la ciudad. Allí, en la galería reservada para mujeres, comparte celda con una presa de confianza y cuenta con atención especial que le dispensan las reclusas de apoyo que forman parte de este módulo para lograr que se aclimate a su nueva realidad y evitar que sufra ningún tipo de daños. Ni infligidos a sí misma ni de otras internas.

Esta joven de 28 años, vecina de Nuevo Roces, fue detenida el pasado sábado por la Policía Nacional como acusada del asesinato de su bebé recién nacido, al que alumbró en el domicilio de la calle Jenaro Suárez Prendes en el que vivía desde 2017 con su pareja sentimental, Daniel B. S., de 27 años y que se encuentra en libertad con cargos con la obligación de firmar a diario en sede judicial. Ese mismo sábado, día 21 de septiembre, se procedió al registro de la vivienda y, directamente, ambos fueron llevados ante la juez de guardia. La magistrada decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza solo para ella.

La Guardia Civil trasladó a Silvia A. M., como es habitual, hasta el Centro Penitenciario de Asturias ese mismo sábado. Allí, tras ser examinada por el equipo de psicólogo, trabajadora social y educador consideraron que lo más adecuado fuese evitar el módulo 10 de la prisión, reservado para todas las presas mujeres, y salvaguardar su integridad. Es por ello que desde el sábado se encuentra en la UTE 1, en la galería para mujeres, con atención especial y acompañada constantemente por presas de apoyo, reclusas que colaboran con los funcionarios en sus tareas como la vigilancia o apoyo a internos primarios con delitos tan graves como este. También su celda.

Investigación abierta

Investigación abiertaPor el momento, Silvia A. M. lleva una vida normal dentro de prisión, sin incidentes de ningún tipo desde que ingresase el sábado como acusada del crimen de su recién nacido. Un asesinato del que exculpó a su pareja sentimental, que parecía desconocer que estuviese embarazada. Daniel B. S. sigue como investigado en una causa que permanece bajo secreto de sumario.