Los hosteleros asturianos (y de toda España en general) llevan tiempo quejándose de la presencia en redes sociales y en páginas en las que se ofrecen comentarios acerca de la experiencia en establecimientos hosteleros de personas que critican sus negocios sin tener aparentemente ninguna razón para hacerlo. Son supuestos clientes que ni tan siquiera han llegado a comer o a cenar en el local pero que dejan una valoración negativa y que hacen, en no pocas ocasiones, que muchos se echen atrás a la hora de reservar en un local.

Algo así le pasó hace días a la dueña de una conocida sidrería de Gijón. La hostelera tuvo que responder al comentario de una supuesta clienta que puso una puntuación más que negativa sin tan siquiera haber probado los platos de la cocina del citado establecimiento. "Acabamos de salir de allí, he entrado con mi marido y con mi hija en su carro y había cuatro mesas libres. Al preguntar si podíamos sentarnos el camarero señaló el carro y dijo que era imposible. Al ver nuestras caras se justificó diciendo que no sabía si habría hueco porque tenían reserva", explica la supuesta comensal (una turista de fuera del Principado) que hace hincapié en que no se permitió que comieran en el establecimiento "por la presencia de nuestro bebé y su carrito".

La dueña del local no tardó en contestar. "Lamento decirte que estás totalmente equivocada. Nosotros tenemos carritos todos los días. Si te dijeron que no es porque realmente no había sitio libre. En nuestro local es necesario reservar ya que por suerte trabajamos muy bien", afirmó la hostelera. "Sin ir más lejos hoy hemos tenido a siete carritos entre los dos turnos. Si hubieras visto el libro de reservas lo habrías comprendido. No entiendo la opinión si ni tan siquiera has comido en el sitio", añade la empresaria pidiendo a la encargada de dejar la opinión que "para la próxima vez reserva ya verás como no va a haber ningún problema".

El hecho es que no es algo poco habitual que los empresarios acaben hartos de este tipo de comentarios y que empiecen a contestar en redes sociales y en todo tipo de páginas en las que también se pueden hacer reservas de mesa. En este enlace te contamos, por ejemplo, la respuesta que dio un hostelero de Avilés a varios clientes que también se habían quejado por el trato recibido en su establecimiento de hostelería.