La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Iguales y capaces

Cientos de personas reivindican los derechos de los afectados por parálisis cerebral: "No somos enfermos, la gente no nos conoce", claman

51

Día Mundial de las personas con parálisis cerebral en Gijón

"Yo no soy ninguna enferma; sólo tengo una discapacidad, pero mi vida es normal. Me gusta lo que a todo el mundo, los conciertos, el teatro, la música...". Quien habla es Belén García. Lleva 50 de sus 57 años de vida como usuaria de las dependencias del centro de Aspace en Gijón, y ayer quiso poner rostro a una realidad sangrante: en España viven 120.000 mujeres y hombres con parálisis cerebral que ven cómo sus derechos no se respetan del mismo modo que los del resto de la ciudadanía, tal y como denunció ayer la plataforma Fedeaspace, la Federación Asturiana de Organización de Atención a las personas con parálisis cerebral y afines.

Coincidiendo con el Día Mundial de la Parálisis Cerebral cientos de personas quisieron salir a la calle en Gijón para dar visibilidad a quienes, como Belén, tienen sus limitaciones físicas, pero que no les impiden tener una vida feliz. Porque como ella misma explica, "la gente está muy confundida, no saben muy bien qué es la parálisis cerebral y piensan que estamos enfermos; nada de eso".

Al contrario, disfrutan como cualquiera con los pequeños placeres de la vida, como señala también Alfredo Tejedor, de 46 años. En su caso, con el fútbol, seguidor ferviente del Sporting aunque "ya nos hacía falta ir cambiando al entrenador, que no ganamos ni en broma", bromeaba ayer en el Tendayu tras la marcha que llevó a los participantes en la jornada festiva desde el Náutico hasta el Pueblu d'Asturies. "Viajo siempre que puedo, voy hasta Cádiz a ver al equipo", aseguraba ayer antes de la comida de hermandad, y antes de reclamar, eso sí, "más ayudas, que la gente nos conozca y vea de cerca nuestra realidad".

Tal y como leyeron varios voluntarios encargados de dar voz al manifiesto por el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, las personas afectadas "viven con una pluridiscapacidad que les condiciona a nivel físico, cognitivo, sensorial y emocional. El 80 por ciento de las personas que viven con parálisis cerebral y otras discapacidades afines tienen grandes necesidades de apoyo, y todas se enfrentan a un entorno que les excluye porque sus necesidades no han sido tenidas en cuenta en el diseño de nuestra sociedad".

Y de eso sabe bien Alejandro Fernández, quien ayer recordaba cómo "en mi calle, en Puerto Ventana, el cruce está mal señalizado y es peligroso para ir en silla de ruedas; necesitamos muchas más rampas para poder salir de casa. Ponlo bien grande, que luego los políticos nos piden que les votemos y el resto del tiempo no nos hacen ningún caso", bromeaba ayer.

Precisamente con ese ánimo, el de dar voz a los problemas y situaciones particulares del colectivo, se acaba de poner en marcha la Federación integrada por ASPACE Gijón, Asociación El Castaño de Indias y AGISDEM. Todos ellos denuncian cómo las personas con parálisis cerebral afrontan una doble discriminación: "por su pluridiscapacidad no comprendida y, en segundo lugar, por precisar grandes necesidades de apoyo que no son atendidas; las personas con parálisis cerebral afrontan más barreras de participación en comunidad que otros colectivos y son especialmente vulnerables de vivir situaciones de discriminación y dificultades para ejercer todos sus derechos con igualdad de oportunidades", advierten, con la constatación de que "la gran mayoría considera que sus derechos no tienen la misma consideración que los del resto de la ciudadanía".

Entre ellos, "la imposibilidad de participar en actividades culturales y de ocio, la falta de apoyo en entornos educativos ordinarios, la falta de accesibilidad universal, las dificultades de movilidad y la invasión de su intimidad personal", destacan, antes de llamar la atención sobre otra realidad preocupante: "la situación de especial vulnerabilidad de la mujer con parálisis cerebral porque del total de las discriminaciones manifestadas dos terceras partes han sido evidenciadas por mujeres por sobreprotección y por prejuicios sociales". Una lacra que están dispuestos a erradicar.

Compartir el artículo

stats