Las avispas asiáticas se han convertido ya en un problema cotidiano para muchos vecinos del municipio. Pocos rincones, especialmente de la zona rural, escapan a los nidos y picaduras, provocando grandes molestias. Es el caso de Alfredo Canal, vecino de Santurio, al que le han entrado en casa después de que explotasen un nido cercano. "Tengo mi casa llena de avispas asiáticas, desde el lunes he matado ya más de 30 y nadie me hace caso", lamenta este hombre gijonés.
Los problemas de Alfredo Canal comenzaron el lunes de esta semana. "Encontramos un nido en un árbol cerca y vinieron a quitarlo, pero nadie nos avisó de nada, ni siquiera para que cerrásemos las ventanas de casa", relata. Poco antes de las diez de la mañana del lunes hicieron explotar el nido en cuestión. "A esas horas de la mañana muchas de las avispas están ya fuera del nido y casi no pilló a ninguna dentro", lamenta Alfredo Canal.
Las que estaban fuera del nido o las que sobrevivieron a la explosión, relata este vecino de Santurio, "salieron volando despavoridas y se metieron en nuestra casa, están por todos lados y no sabemos qué hacer, estamos todo el día matando avispas en casa; esto del nido tenían que haberlo hecho de noche y no por la mañana".
"Son muy agresivas"
"Son muy agresivas"Desde el lunes, prosigue Alfredo Canal, se ha puesto en contacto con distintos servicios para que le ayuden con su problema. "He llamado a los bomberos, al Seprona y todo el mundo, pero me dicen que o no es cosa de ellos o que las mate yo, pero estas avispas son muy agresivas, van a por ti directamente", advierte este vecino, que tiene su vivienda a escasos 500 metros del restaurante Las Peñas. "Estamos que casi no podemos entrar en casa, están allí metidas y no somos quién a sacarlas", lamenta Alfredo Canal, que ya ha matado a una treintena de velutinas, pero "sigue habiendo muchísimas".
Los casos de avispa asiática son muy comunes. La semana pasada divisaron un nido de grandes dimensiones en el entorno del área comercial e industrial de Porceyo. Días atrás también retiraron más nidos en Somió, Lavandera o en la propia parroquia de Santurio, donde en agosto divisaron hasta tres nidos en apenas unos días. "Llevamos tres años con la guerra declarada a la asiática y cada vez estamos peor", denunció el presidente vecinal, José Luis Pérez.
