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JORGE ENRÍQUEZ E ÍÑIGO LÓPEZ | Ingenieros de Vodafone

"El 5G será una gran herramienta para luchar contra el despoblamiento rural"

"Asturias tiene en la tecnología una muy buena oportunidad de desarrollo, debe subirse a la ola porque en la región hay mucho talento"

Íñigo López y Jorge Enríquez, ayer, en la Politécnica de Gijón. Marcos León

Los pueblos vaciados, aquellos que se están quedando sin población, salieron ayer a la calle para reivindicar ayudas que eviten su desaparición. Paralelamente, los "gurús" de la tecnología parecen haber dado con una de las claves para luchar contra el agujero poblacional en los entornos rurales. Es una de las reflexiones que ayer ofrecieron los ingenieros Jorge Enríquez (Teleco) e Íñigo López (Informática), ambos formados en la Escuela Politécnica de Gijón, en el transcurso de la conferencia "5G, un nuevo paradigma tecnológico" promovida por Vodafone. Los dos trabajan en la empresa de comunicaciones y los dos contestan al unísono: Asturias tiene en la tecnología una "gran oportunidad de futuro" para evitar que los pueblos se vacíen.

- ¿Cuándo va estar disponible el 5G en todo el territorio?

-Ahora mismo ya tenemos en 5G en 15 ciudades de España, Gijón entre ellas. Vodafone está trabajando ya en la segunda fase aunque esa información está en manos del equipo de red y es confidencial. La idea es seguir desplegando y presentar la segunda fase lo antes posible, porque el gran despliegue del 5G debería llegar el próximo año. Es difícil dar fechas exactas porque se necesita una inversión fuerte.

- ¿Qué va a suponer el 5G para los usuarios?

-Para el particular un incremento de velocidad y que las comunicaciones sean en tiempo real de verdad, sin latencias de varios segundos y eso será muy importante para el "gaming", para las videoconferencias o para ver vídeo en casa. Siempre pensado para entornos en los que necesitemos gran consumo de datos con mínimas pérdidas.

- ¿Y para el entorno empresarial?

-Ahora mismo el gran beneficiario es ese entorno, la mayoría de los productos que estamos haciendo son con grandes corporaciones para intentar que con nuestra tecnología puedan solventar sus necesidades. Son ellos los que nos plantean los casos de uso, es la gran empresa la que a corto plazo más se van a aprovechar de las grandes velocidades y la conexión masiva de sensórica que necesita la industria 4.0. Y será la empresa la que construya servicios sobre el 5G, que al final será lo que explote el usuario final. Sin la empresa esto no saldría adelante: la inversión es fuerte, es tecnología nueva, pero hay que construir desde el servicio al usuario.

- ¿Cómo notarán el cambio las empresas?

-Va a ser un cambio muy grande, sobre todo porque llegaremos a quitar el cableado de las empresas, la comunicación será en tiempo real de verdad y sobre todo haremos más eficiente y flexible la productividad. También podrán aprovechar la gran cantidad de datos que se van a generar para que los dirigentes puedan tomar decisiones proactivas en tiempo real, adelantándose a los problemas. A día de hoy, computar la información a tiempo real es imposible, y eso será un cambio enorme. Un coche autónomo que tarde un milisegundo en decidir si va a la izquierda o a la derecha puede ser la diferencia entre un atropello o que no pase nada; eso hay que hacerlo posible.

- ¿Supondrá la extensión del 5G una democratización del servicio o ahondará en las diferencias entre entornos rurales y urbanos?

-Partiendo de que llevar internet a las zonas rurales más inaccesibles siempre conlleva colaboración público-privada, está claro que el 5G permitirá llevar velocidades de banda ancha a zonas rurales. La tecnología lo permite y en ese sentido vamos a dar un paso adelante, pero hay que ser conscientes de las inversiones que esto requiere, necesitaremos mucha colaboración.

- ¿Hay margen de maniobra?

-Con la administración estamos en conversaciones y la respuesta que estamos recibiendo es positiva. Son conscientes de la importancia de llevar la alta velocidad a la zona rural de Asturias, y somos optimistas con el futuro.

- ¿Será en este sentido una herramienta de desarrollo?

-Por supuesto. Permitirá a la gente trabajar desde entornos rurales y luchar contra la España vaciada. El 5G es una herramienta que permite luchar en este sentido; habrá que ver el nivel de inversión y despliegue, pero es clave para luchar contra este problema que tenemos en España. Y por eso tenemos que ser capaces de construir servicios de gran urbe en el entorno rural, algo que nos va a beneficiar a todos. Y tenemos que ser coherentes con la tecnología.

- ¿Habrá 6G?

-Habrá un 6G, y un 7G y un 8G. El tope de crecimiento es la velocidad de la luz, y de hecho Huawei ya empieza a marcar las primeras pautas del 6G, pero vayamos con calma. Hay mucho por hacer, mucho por desplegar; la tecnología tiene sus tiempos y pasarán como mínimo 10 o 15 años hasta que empecemos a hablar del 6G. Además hay que ser realistas, muchas veces cometemos el error de pensar que si no nos transformamos digitalmente parece que estamos muertos, pero hay que buscar la coherencia. Lo primero es empezar a construir servicios sobre el 5G: hay que amortizar inversiones y ver que sea necesario.

- ¿Cómo va a repercutir económicamente en el usuario?

-A día de hoy, lanzamos tarifas ilimitadas pensadas en el 5G, con datos ilimitados. Y eso al final también es un problema, si nos acostumbramos a tener más por menos. Habrá que llegar a una entente cordiale, y sobre todo hacer que sea un soporte para servicios hacia el usuario. Por ejemplo, la administración se dará cuenta de que la telemedicina permitirá ahorrar costes en el entorno rural, y por lo tanto merecerá la pena invertir. Estamos viendo quién paga qué, y al final tenemos que buscar casos de uso. Hemos pasado de pagar por megas y gigas a pagar por servicios: ahí está Neftlix o Amazon, y a casi nadie le parece caro.

- ¿Cuántos profesionales necesita este sector?

-Muchísimos. El 5G habilita mucha tecnología nueva, y va a demandar cantidad de ingenieros. Los estudiantes de hoy son privilegiados, porque tienen por delante un futuro brillante y prometedor porque la demanda de perfiles tecnológicos va a ser muy grande, son carreras con futuro. Tanto ingenieros informáticos como telecos, industriales, matemáticos, físicos, dirección de empresas... Los profesionales de hoy tienen que estar preparados para la tecnología de mañana, y Asturias tiene en este campo una gran oportunidad, tiene que subirse a esta ola tecnológica en la que aún vamos un poco por detrás, pero para la que tenemos talento de sobra.

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