La Casa del Mar empezará recibir en unas dos semanas a los primeros seleccionados para "Villa Mar", un proyecto que emula una residencia estudiantil para jóvenes inmigrantes que, una vez cumplida la mayoría de edad, desean seguir formándose y encontrar un trabajo en la ciudad. La idea, según defiende Carlos Becedóniz, director del Instituto Asturiano para la Atención a la Infancia, es que en un mes los 16 jóvenes escogidos ya estén instalados en el nuevo recurso. Becedóniz dio esta semana un primer paseo en compañía de la edil Natalia González por las recién remodeladas instalaciones, que sólo están a la espera de completar parte de su mobiliario.

A juicio del director, el nuevo proyecto busca "normalizar" la estancia de los jóvenes inmigrantes que desean tener un futuro en Gijón. "Son chicos que nunca han tenido ningún problema y que siempre han intentado integrarse y formar parte de su barrio. Con esta residencia podrán ampliar sus estudios y tratar de encontrar un trabajo", resumió. Las 16 plazas habilitadas en la Casa del Mar, en principio, son definitivas. "Tienen un salón de convivencia, habitaciones con dos camas cada una y un par de salas para estudiar, pero la idea es que estén la mayor parte del tiempo fuera y que el centro sea más bien una residencia en la que dormir y comer", afirmó.

Un equipo de especialistas seguirá de forman individual la evolución de los 16 selecciones, porque algunos todavía van al instituto pero otros ya empezarán ciclos de Formación Profesional, por lo que se también se espera que la estancia en "Villa Mar" varíe dependiendo de cada joven, su evolución académica y su incursión en el mundo laboral. "Saldrán del recurso cuando puedan ser independientes, aunque seguirán siendo acompañados durante un tiempo más. En la Casa del Mar, eso sí, los jóvenes podrán ser expulsados si no participan activamente en lo pactado", aclaró Becedóniz. "No es lo previsto; hasta ahora han llevado una vida totalmente normal", insistió.