Los alrededor de 70 enfermeras y enfermeros veteranos con contrato eventual que se quedaron fuera de la convocatoria de vacantes fijas en Cabueñes no dan su brazo a torcer. Se concentraron ayer a las puertas del hospital para mostrar su descontento con un proceso selectivo que parece cada vez más irreversible: la adjudicación de 105 puestos fijos en el hospital en su categoría de enfermería que, al convocarte para este mismo mes, excluyen al grupo manifestante por estar sancionado al haber rechazado otros puestos de trabajo en lo que va de año. Ayer, además, el colectivo alegó un reciente cambio en sus turnos de trabajo que les prohíbe también trabajar en turno de noche. "Ahora tenemos que trabajar más días y perdemos exceso de jornada, lo que nos repercute en días de descanso", aseguran.

El conflicto surgió por una simple cuestión de tiempos. Los 70 afectados llevan desde hace años contratados bajo régimen de eventuales, un acuerdo laboral que se renueva cada doce meses. A lo largo del año, el grupo había rechazado otras ofertas de vacantes porque, dicen, sabían que con las convocatorias de traslados y la oposición esas ofertas laborales no les garantizaban ninguna estabilidad laboral. La mayoría lleva años trabajando en Cabueñes y prefirió asegurarse, al menos, el resto del año en curso como trabajadores en el hospital gijonés. Lo que no esperaban, explican, era que gerencia fuese a adjudicar las 105 nuevas vacantes del hospital "tan rápido", porque según los pactos de contratación los eventuales que rechacen una vacante quedan sancionados hasta el término de su contrato y no pueden acceder a las nuevas convocatorias. Según el grupo, estas vacantes están ya casi todas asignadas y están captando a profesionales con a partir de 9 puntos de experiencia. "Nosotros tenemos entre 25 y 14; no es justo. Pedimos los mismos derechos", sentencian.