Agentes de la Policía Nacional han detenido a un joven gijonés de 24 años como presunto autor de la utilización fraudulenta de una tarjeta electrónica. La tarjeta había sido prestada por la titular de la misma de forma voluntaria al detenido y a la madre de éste, para usarla una única vez y sacar una cantidad de dinero concreta.

Los hechos se remontan hasta principios del año 2017 la víctima, una mujer de 73 años, llevaba ya un año interna en una residencia de la 3ª edad debido a una grave enfermedad que padecía. Recibía visitas asiduas de su antigua empleada del hogar y del hijo de ésta, con los que no había perdido el contacto desde que residía en el centro ya que ambos la visitaban a menudo. Fue en una de esas visitas cuando la anciana mujer, prestó su tarjeta bancaria a sus visitantes con el fin que sacaran una pequeña cantidad de dinero que necesitaban para afrontar unos gastos imprevistos y les facilitó también su número PIN.

La mujer no se volvió acordar de que había prestado su tarjeta bancaria a estas personas, ni ellos tampoco se la devolvieron después de la ayuda puntual que les había autorizado. Pasó el tiempo y a mediados del presente año llegó la comunicación a la residencia de que los recibos estaban siendo devueltos, porque no disponía de fondos en su cuenta para realizar el pago que estaba domiciliado, pese a que tenía unos ahorros en su cuenta y la pensión que cobraba le daba justo para pagar su estancia en el centro. Fue entonces cuando consultó con su banco y pudo comprobar que desde principios del año 2017 tenía numerosas extracciones de dinero en cajeros, transferencias a otras cuentas y compras en establecimientos que ella nunca había realizado ni autorizado a ello, decidiendo entonces denunciar los hechos a la Policía. Desde el momento en que la víctima se enteró del uso fraudulento de dinero y dio al orden de bloquear la tarjeta dejó de recibir las visitas de estas personas, cuando antes iban a verla todas las semanas

Gastos fraudulentos hasta casi agotar el saldo de 50.000 €uros

Agentes adscritos al Grupo de Delincuencia Economica de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Gijón encargados de la investigación, pudieron comprobar que a lo largo de los casi dos años y medio se habían realizado numerosas extracciones en distintos cajeros de oficinas bancarias de diferentes localidades de Asturias y Galicia, transferencias de dinero a otra cuenta bancaria desde los propios cajeros y el uso de la tarjeta para hacer compras presenciales en varios establecimientos y centros comerciales.

Los trabajos policiales permitieron averiguar que el autor de estos estas operaciones había sido un hombre joven que finalmente pudo ser identificado como el hijo de la empleada doméstica. Durante el tiempo que esta persona tuvo en su poder la tarjeta bancaria, llegó a comprar desde terminales telefónicos de alta gama, una nevera tipo combi, relojes, zapatillas deportivas, incluso llegó a adquirir una motocicleta nueva que pagó en efectivo con ella. Gastos fraudulentos que ascendían a 47.500 euros hasta casi agotar el saldo de la cuenta bancaria.

Una vez identificado el autor de estas extracciones de efectivo y cargos indebidos, un gijonés de 24 años de edad que carecía de antecedentes policiales, fue detenido por los agentes encargados de la investigación como presunto autor de un delito de estafa.