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LETICIA RODRÍGUEZ | Directora de desarrollo sostenible de la zona norte del Grupo Suez

"Hace falta dar a las niñas figuras de referencia para que quieran ser directivas"

"Asturias no está a salvo de sufrir escasez de agua por el cambio climático; la Xunta de Galicia ya ha presentado un proyecto de ley de sequía"

Leticia Rodríguez Hernández.

La tinerfeña Leticia Rodríguez Hernández es la directora de desarrollo sostenible de la zona norte del Grupo Suez y miembro de los consejos de administración de varias sociedades de este grupo empresarial de referencia en España en la gestión del agua. Investigadora vocacional, cursó Ingeniería Ambiental y se doctoró en la Escuela de Ingeniería de Caminos de Santander. En 2014 pasó al sector privado como investigadora senior en Cetaqua, en uno de los centros tecnológico del Grupo Suez, y en 2019 asumió la dirección de desarrollo sostenible de la zona norte de Suez y también entra a formar parte de varios consejos de administración de sociedades de este grupo empresarial. Hoy participa en el coloquio organizado por la Federación de Mujeres Directivas de Asturias (FEDA) en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón sobre talento femenino en los consejos de administración de empresas.

Leticia Rodríguez comienza señalando que es "obvio que, a pesar de que siempre existen voces un poco discordantes, cada vez hablamos más y más alto de las desigualdades entre mujeres y hombres ya no solo en el ámbito social, sino también en el ámbito profesional".

-¿En su sector?

-El sector del agua siempre ha estado dominado por el género masculino, lo cual es lógico, porque las carreras de Ingeniería han estado tradicionalmente copadas por los hombres. Es decir, que el sesgo de género es un sesgo que viene desde la educación. En 2018, el 54% de los universitarios eran mujeres, y, sin embargo, en sectores como las carreras STEM (siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) la presencia de mujeres es muy inferior, en torno al 25%.

-¿Consecuencia?

-Si esta es nuestra base, obviamente solo podemos aspirar a un porcentaje similar en los puestos de dirección y en los consejos de administración. El primer problema es que el sesgo de género está en la educación; si a día de hoy las carreras STEM, según los estudios, son las que tienen mayor proyección profesional y resulta que en estas carreras la presencia de mujeres es muy inferior a la de los hombres, probablemente ese mismo porcentaje se mantendrá en el desarrollo profesional de los sectores de esas mismas áreas.

-¿Qué hacer?

-Por ejemplo, en el Grupo Suez hemos puesto en marcha un proyecto que se llama "Aquae STEM", en el que lo que hacemos es incentivar en los colegios las vocaciones por este tipo de profesiones, para dar las herramientas y la confianza a las niñas para que muestren interés por las vocaciones STEM. Aunque es en el Bachillerato cuando los alumnos se decantan por el tipo de profesión que quieren, según los estudios, este tipo de vocaciones nace en la infancia, en Primaria.

-¿A qué atribuye que haya pocas mujeres que optan por este tipo de carreras, cuando se trata de la formación que tiene mayor proyección profesional?

-Realmente, es un problema educacional. Hace falta que se den a conocer figuras de referencia femenina que hayan desarrollado su vocación con éxito, por ejemplo, en el ámbito de la investigación, donde una niña se pueda ver reflejada y sirva de inspiración a las nuevas generaciones. En la mayoría de los casos, inconscientemente tanto padres y madres como educadores al final lo que transmitimos a los más jóvenes es que solemos asociar algunas figuras tanto de científicos, directores, gerentes o ingenieros al género masculino. Eso hace que traslademos estos estereotipos a la hora de dirigir hacia algunas vocaciones. Hay estudios que señalan que solo entre el 8% y el 12% de las niñas tienen vocaciones STEM. Hay que dar la confianza a las niñas para que ellas también se puedan identificar con este tipo de perfiles.

-¿Esta situación que describe es una particularidad de España?

-Es acusado en España, pero es algo bastante generalizado.

-¿El problema de género se reduce a una cuestión de educación?

-No solo. Una vez que llegan las mujeres a las empresas, no siempre obtienen el reconocimiento que debieran tener para alcanzar los puestos de liderazgo o de dirección. Por eso, en Suez vamos a iniciar este mes un programa interno, "Boot Camp Impulsa", encaminado a acompañar en el crecimiento a 40 de nuestras profesionales con alto potencial de cara a asumir posiciones de mayor responsabilidad y liderazgo.

-Hablamos de romper el techo de cristal.

-Que sigue siendo uno de los grandes obstáculos a vencer. Para ello, posiblemente uno de los problemas que tenemos que resolver es el de la conciliación y la brecha salarial derivada de la maternidad. Es verdad que las empresas están trazando estrategias que faciliten este camino, pero queda mucho trabajo por hacer.

-Estamos viendo con frecuencia problemas de sequía en España. ¿Cree que el cambio climático traerá problemas de abastecimiento de agua a una región como Asturias?

-Ninguna comunidad autónoma de España se va a salvar del cambio climático. España está entre los primeros países de la UE con mayor estrés hídrico. Antiguamente, conocías la España verde y la del Sur, pero el mapa está cambiando; la falta de agua y el cambio climático van a afectar y están afectando a todas las comunidades autónomas de España.

-¿Qué hacer?

-La batalla de la sostenibilidad, probablemente, se ganará o se perderá en las ciudades, porque en 2030 más del 60% de la población va a vivir en grandes núcleos urbanos. En Asturias, en el área metropolitana ya vive el 80% de la población del Principado.

-¿Hay riesgo de que Asturias pueda tener escasez de agua en el futuro?

-Tenemos que adelantarnos. Los problemas de escasez de agua pueden llegar, seguro, a todo el territorio nacional. Cada vez habrá episodios más extremos, en unas ocasiones de escasez de agua y en otras de lluvias torrenciales. La forma en la que se mostrará el cambio climático en cada comunidad será diferente, pero, sin lugar a dudas, tenemos que adelantarnos y gestionar el recurso del agua de forma más sostenible. La Xunta de Galicia, recientemente, ha presentado un proyecto de ley de sequía con objeto de garantizar el suministro en época de sequía, dado los largos periodos sin precipitaciones en los últimos años, y, por tanto, prepararse ante el cambio climático. Es un claro ejemplo de por qué Asturias no está a salvo de sufrir escasez de agua. Muy probablemente, iniciativas similares serán realizadas en comunidades vecinas.

-¿Qué medidas se pueden tomar?

-Nosotros, como Suez, tenemos una hoja de ruta para contribuir a la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Por ejemplo, ya estamos llevando a cabo en Asturias medidas para reducir nuestra huella de carbono reduciendo emisiones y para mejorar la eficiencia energética.

-¿Es adecuada la infraestructura que hay en Asturias para hacer frente a los retos de lluvias torrenciales o escasez de agua?

-No solo en Asturias, sino a nivel nacional, se necesitan inversiones en infraestructuras para afrontar los retos que se nos avecinan.

-¿Qué opina del agua embotellada?

-La ciudadanía debe saber que entre la calidad y el gusto hay diferencia; la calidad del agua de grifo, especialmente en la zona norte, es excelente, con independencia de que te guste más o menos que el agua embotellada. El agua de grifo es más barata, el control sanitario al que se somete es mucho mayor que el de la embotellada y además es más sostenible a nivel medioambiental.

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