En toda la costa oriental asturiana, desde Carreño hasta el límite con Cantabria, el marisqueo del percebe sólo está plenamente regulado en la zona portuaria de El Musel, única que cuenta con un plan de explotación similar a los que se reparte por toda la costa occidental y que han demostrado ser la mejor arma contra el furtivismo y para la sostenibilidad del recurso. La situación va a cambiar a medio plazo, extendiendo el modelo de la costa occidental a la oriental. La cofradía de pescadores de Gijón espera que la zona en la que quede encuadrada al menos abarque hasta la playa de España.
La implantación no se producirá, como pronto, hasta la campaña del año que viene, toda vez que antes se tendrá que completar un estudio sobre la abundancia de percebes y en qué lugares en toda la costa oriental, estudio del Principado que contará con la participación de biólogos y buzos, según explican fuentes del sector.
Los planes de explotación asignan a un número de mariscadores un determinado territorio, además de establecer los periodos de faena y los cupos, y regulan hasta en qué lonja se tienen que rular las capturas. El sistema comenzó a aplicarse en el cabo Peñas hace más de una década y su éxito motivó que se extendiera a otras zonas costeras del occidente.
Una de las claves de estos planes es que se incorporan a los mismos guardapescas, que se encargan de supervisar que los mariscadores cumplen las reglas, estando también atentos a la posible presencia de furtivos. No obstante, en las zonas donde se han implantado planes de explotación son los propios mariscadores adscritos a los mismos los que más celo ponen en vigilar que no haya furtivos que les quiten su sustento, además de qué piedras dejan sin tocar, bien para no esquilmar el recurso, bien para reservarlo para la campaña de Navidad, cuando el percebe alcanza habitualmente sus precios más elevados.
Los nuevos planes que se elaboren para el oriente asturiano incorporarán a los mismos a los perceberos que actualmente faenan en zona libre. En lo que respecta a la costa gijonesa, se da la circunstancia de que algunos de estos perceberos que ahora acuden a zonas de marisqueo libre, también participan en el plan de explotación de la zona portuaria de El Musel.
La campaña en El Musel se abrirá precisamente mañana y se prolongará hasta el 3 de febrero (salvo fines de semana y festivos), dando ocupación a 20 mariscadores, 15 de Gijón y cinco de otras cofradías, que tendrán un cupo diario de 8 kilos por persona. La temporada en El Musel se ha retrasado respecto a las zonas incluidas en planes de explotación en la costa occidental, donde comenzó el pasado 1 de octubre y concluirá en el mes de enero. El cambio de fechas, acercando el inicio de la campaña a las navideñas, fue solicitado precisamente al Principado por los mariscadores gijoneses.
Las zonas portuarias gijonesas en las que se pueden extraer percebes son los bloques del dique del parque de carbones de Aboño y los bloques emergidos del Dique de Torres (el tramo del dique exterior de El Musel más próximo al cabo de Torres).
Desde el sector se espera que para la campaña del año que viene pudiera haber ya un plan de explotación que abarque las piedras perceberas del Cabo de San Lorenzo y de la zona del Estaño, entre otras. La delimitación de los futuros planes de explotación los tendrán que consensuar el Principado y las distintas cofradías afectadas.
