Habrá ventanas en el colegio de Jove en el menor plazo de tiempo posible. Maestros y familias contaban ya con el respaldo municipal para atajar las deficiencias de uno de los centros más antiguos de la ciudad, y ayer fue la consejera de Educación, Carmen Suárez, la que se sumó al apoyo público al colegio con una visita a primera hora de la mañana.

"El Ayuntamiento ya ha puesto todo de su parte para encauzar las tuberías y los desagües y nosotros nos hemos hecho cargo de cuestiones que atañen al comedor, con utensilios que hay que reponer", indicó la consejera en relación al lavavajillas del centro, estropeado con las inundaciones y que de momento, por cuestiones de sanidad, impide que se pueda usar el servicio con normalidad.

No sólo eso, porque "las ventanas son también lo más urgente", apuntó Suárez, con varias de ellas desclavadas y desajustadas, lo que permite que el frío se cuele en las aulas. Ya hay aprobada una partida de 35.000 euros para renovar la carpintería, y se prevé que el procedimiento para instalarla sea "más ágil".

No lo será tanto la renovación de la cubierta, llena de vegetación y con varias goteras. "Tenemos que chequear el tejado, habrá que ver cómo lo solucionamos a medio plazo, porque debemos seguir el procedimiento habitual de convocar, licitar y ejecutar", recordó la consejera, dispuesta a "hacernos cargo de la situación del centro y buscar las soluciones para que empiece a funcionar de forma adecuada tal y como lo venía haciendo antes de estas incidencias".

Con la visita de la consejera en el día de ayer y el encauzamiento de las tuberías en el exterior del colegio el pasado viernes las familias esperan que, al menos por ahora, vuelva la normalidad a las aulas. Las dos semanas anteriores fueron de constantes quejas por las inundaciones y humedades que se generaron tras las lluvias torrenciales del temporal. Y los padres quieren que, de una vez por todas, se ponga solución a los males que padecen un total de 170 alumnos de Infantil y Primaria.