El exmilitar senegalés Papa Gore Ndoye, de 42 años, se ha visto envuelto otra vez en una disputa en un bar de Pumarín, pero esta vez ha sido él quien ha resultado herido de consideración después de que otro individuo, ya detenido, le atacase con un hacha de carnicero y le provocase varias heridas en la espalda, hombro y antebrazo que precisaron atención médica al punto de ser trasladado al Hospital de Cabueñes, donde recibió el alta poco después. El otro implicado, A. E. J., también de 42 años y natural de Marruecos, fue trasladado también al hospital de Jove fruto de las lesiones que le causó Papa Gore en el devenir de la discusión.

El nuevo episodio violento -el exmilitar ya había sido detenido este mes de agosto tras agredir a cerca de una decena de policías; el mismo delito que le supuso dos años y medio de cárcel en 2016- tuvo lugar al mediodía de ayer en un establecimiento de hostelería del barrio de Pumarín ubicado en un pequeño tránsito entre las calles Severo Ochoa y Cataluña. Según los testigos, sobre las 14.15 horas se originó una fuerte discusión entre Papa Gore Ndoye y A. E. J. que acabó con el primero agrediendo con los puños, con gran violencia al otro implicado. La respuesta del afectado no se hizo esperar.

A. E. J. cogió un hacha de carnicero y atacó con el a Papa Gore, provocándole varios cortes de distinta intensidad en la espalda, el hombro y el brazo. Heridas que pese a lo espectacular del arma blanca empleada no revistieron de mayor gravedad.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas de la Policía Local, también Nacional, para esclarecer los hechos. Al llegar, el propio Papa Gore -conocido por los agentes por sus antecedentes- les explicó que le habían atacado con un machete.

En el interior del bar estaba el supuesto atacante, que acabó detenido por un presunto delito de lesiones y pasará a disposición judicial en las próximas horas. No obstante, él también precisó atención sanitaria después de los puñetazos que le dio Papa Gore. En cambio, el exmilitar senegalés, tras se oído en declaración, quedó en libertad y ya de tarde se encontraba denunciando los hechos en Comisaría.

Tras la intervención policial se procedió al cierre del negocio hostelero, pero allí permanecían los restos de la disputa. En concreto, grandes manchas de sangre -Papa Gore sangraba profusamente, según confirman fuentes policiales- por toda la puerta del local, foco de conflictos según los vecinos del barrio.

Antecedentes

El exmilitar senegalés no es la primera vez que se ve envuelto en problemas. Este mes de agosto provocó un altercado en la calle Juan Alvargonzález, donde según los testigos se encontraba "muy alterado, pegando voces y molestando a quienes se encontraban" en la zona. Fue necesaria la intervención de cerca de una decena de agentes, de uniforme y de paisano, para reducirle. Esa noche acabó detenido por un presunto delito de atentado a agente de la autoridad. Pese a todo, recientemente optó por denunciar a los policías por agresión.

Antes de este incidente del mes de agosto, también en la misma calle Juan Alvargonzález, había agredido a seis policías que intentaron detenerle en el año 2016 en otra violenta situación. Fue condenado a dos años y medio de cárcel. Tras esa condena se tramitó una orden de expulsión de España que el afectado recurrió y que todavía está pendiente de resolverse.