El acusado de matar a la gijonesa Silvia Hernández ha sido condenado por la Sección Octava de la Audiencia Provincial a una pena de doce años y siete meses de cárcel por un delito de homicidio por omisión de socorro. Celestino G. V., que había sido declarado culpable por el jurado popular el pasado día 8 de este mes, recurrirá ahora la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) por considerar su letrado defensor que el varón nunca tuvo constancia de que las heridas de arma blanca que presentaba la pareja eran tan graves. Fueron dos incisiones realizadas en el costado con un cuchillo de cocina que, aparentemente, lucían cortes de apenas un centímetro, aunque una de ellas había perforado la pared del estómago de la víctima y le causó, horas después, una peritonitis mortal.

Silvia Hernández falleció a los 34 años en la madrugada del lunes 14 de marzo de 2016 -aunque las estimaciones de los forenses barajan también podría haber sido algunas horas antes- por dos incisiones de arma blanca asestadas en el costado izquierdo en la madrugada del domingo anterior. El arma homicida, un cuchillo de 22 centímetros y hoja dentada, le perforó un pulmón, aunque no de gravedad, y rasgó siete milímetros de la pared de su estómago.

Esta segunda herida fue finalmente la causa de la muerte: le provocó una hemorragia interna y una peritotinis. Tanto la Fiscalía, Abogacía del Estado y las acusaciones particular y popular, atribuían a Celestino G. V. la autoría de este acto, aunque él siempre defendió que las heridas se produjeron, en realidad, por un forcejeo entre ambos cuando Hernández amenazó con quitarse la vida.

Este juicio ya se había celebrado el año pasado, pero el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) anuló la decisión por hallar incongruencias en el acta. Por entonces, Celestino G. V. había sido declarado culpable por homicidio imprudente y condenado a cuatro años de prisión. Como llevaba dos en preventiva, disfrutaba desde entonces de su libertad provisional.