Nuevo golpe policial a las bandas itinerantes especializadas en robos tras asasltos a viviendas. Tres personas, dos hombres y una mujer, vinculadas a un grupo criminal de Europa del Este, han sido detenidas después de perpetrar nueve asaltos a viviendas de Gijón y en Oviedo tras una ardua investigación que arrancó en el mes de marzo tras una oleada de asaltos en Somió. Este grupo -había un cuarto implicado que logró escapar a Albania- entraba en los chalés gracias a todo tipo de herramientas para forzar cajas fuertes y llevarse joyas, relojes o dinero.

La investigación, que continúa en este momento abierta, se inició el pasado marzo tras las denuncias de varios robos en viviendas de Somió. En todos los casos coincidía el modus operandi, en el que los delincuentes accedían al interior forzando las ventanas del primer piso -se cercioraban que no tuviesen sistemas de seguridad- para acarrear todos los objetos de valor que encontrasen. Comprobaban siempre que no hubiese nadie dentro y siempre actuaban de noche para evitar llamar la atención. Mientras dos de ellos entraban en las casas, una pareja de hombre y mujer aguardaban fuera en el coche, vigilando.

Al intensificarse la vigilancia en la zona, la Policía Nacional les pilló in fraganti cuando huían en coche a toda velocidad tras un robo en el que había sonado la alarma, lo que desembocó en una persecución policial por caminos de vecinales de Somió. Eso motivó que en su frenética huida, el coche de los delincuentes se empotrase contra la fachada de la calle Rocafort. Los cuatro ocupantes huyeron en distintas direcciones y solo fue posible atrapar a uno de ellos, un joven albanés de 27 años que era quien conducía el vehículo y que acabó en prisión. Los otros tres ocupantes huyeron de la ciudad en otro coche robado hasta el alojamiento rural que había alquilado en Posada de Llanes para cometer sus delitos en Asturias. Después abandonaron la región con el botín obtenido en los robos.

Las pesquisas policiales comenzaron al interrogar a la persona detenida, en cuyo vehículo encontraron numerosas herramientas (radiales, mazas, barras de uñas y destornilladores), joyas y 2.400 euros. De ese hilo pudieron llegar al hospedaje de Posada de Llanes en el que se ocultaba el grupo durante los días que operó en Asturias. Las labores policiales permitieron concretar que todos formaban parte de un grupo criminal itinerante de nativos del Este de Europa especialistas en robos a viviendas. Además, lograron confirmar que dos de los delincuentes huidos eran un matrimonio con dos niños que, "bajo su apariencia de familia normal", se dedicaba a labores logísticas.

Este matrimonio, de nacionalidad rumana, se encargaba de elegir los alojamientos en las comunidades donde iban a perpetrar los robos, también vigilaba desde el coche y almacenaba los objetos robados para luego, meses después, darles salida en canales ilícitos de comercio para repartirse entre todos el botín. Esta pareja, un hombre de 37 años y una mujer de 30, residían en una pequeña localidad de Cuenca, donde una vez identificados fueron detenidos. En su domicilio hallaron numerosas joyas de oro y piedras preciosas, 27 relojes, un selector de diamantes, 2.000 euros y complementos de firmas reconocidas.