José María Ortega López de Santa María es consejero y director general de March Asset Management y miembro de los comités ejecutivo y de dirección de Banca March. Ayer fue uno de los expertos que participó en la jornada organizada por Llana Consultores en el Club de Regatas de Gijón, sobre nuevas fórmulas de ahorro e inversión. Habló sobre estrategia de mercados financieros y un nuevo fondo especializado que acaba de lanzar su entidad.
- ¿Cuál es la situación actual de los mercados financieros?
-Los mercados están muy afectados por los tipos de interés negativos, lo cual hace que las perspectivas para el ahorrador que se decante por renta fija sean malas para 2020 y posiblemente para los siguientes años también. Estamos en un momento en el que la renta variable no tiene alternativa de inversión y es el activo más atractivo, si bien es verdad que ha subido mucho, por lo que yo le recomendaría a la gente que quiera comprar renta variable que lo hiciera poco a poco para reducir riesgos y encontrar mejores precios en el caso de que los mercados tuvieran un pequeño recorte, que sería lógico que lo tuvieran.
- ¿Se refiere a la renta variable en España o global?
-A la global. El 98% de nuestras inversiones son globales y solo cerca de un 2% en España. No tenemos nada en contra de España pero, lógicamente, cuando en España tienes una situación, política especialmente, de mayor incertidumbre, pues puedes buscar otros países donde la incertidumbre sea mucho menor. Al final, la incertidumbre es una enemiga de la rentabilidad y de la inversión.
- La patronal está temerosa de que Podemos entre en el gobierno de coalición con el PSOE. ¿Cómo se ve desde el punto de vista de la inversión?
-Nosotros no hacemos valoraciones políticas. El tema que más puede influir ahora mismo en España es la situación fiscal tanto del inversor como de las empresas. Incrementos de impuestos hacen bajar las valoraciones de las empresas. No es bueno un incremento de impuestos, porque reduce la renta disponible de las personas y por lo tanto los consumos.
- ¿Quiere decir que no influyen tanto las siglas como las políticas que apliquen?
-Los países que tienen una menor fiscalidad están más avanzados, como Estados Unidos, Reino Unido y los países nórdicos que tienen tributaciones empresariales más bajas. No depende tanto si el partido de gobierno es de derechas o de izquierdas, concepto que yo considero bastante anticuado; lo que hay que ver es cómo nos afecta a cada uno.
- Hablando de impuestos, ¿qué opina de los impuestos especiales a la banca que promueve alguna organización política?
-El sector bancario europeo está muy afectado en términos de márgenes y en términos de comisiones.
- ¿Cómo pervive un banco de tamaño medio como el suyo en un entorno en el que se ha ido a concentraciones de entidades?
-Porque estamos especializados en clientes de nivel medio y alto y además nuestros clientes son mayoritariamente empresas familiares, con lo la identificación de la estructura de nuestro banco, que es empresa familiar, con cualquier empresa familiar, es total y absoluta. Hoy en España, un banco pequeño o mediano, si no está especializado, tiene muchos más problemas. Además somos una de las instituciones financieras más solventes de toda Europa.
- Aboga por invertir en renta variable. ¿Y el riesgo?
-Viene determinado por el horizonte de inversión. A largo plazo, la renta variable casi siempre va a premiar a la asunción de mayor riesgo.
- ¿Y qué me dice de la especulación de los grandes tiburones en Bolsa?
-Los movimientos especulativos siempre los va a haber. Especular, especulamos todos. Muchas veces un cliente va al banco porque le han dicho que una compañía está subiendo mucho y quiere invertir cuando ni siquiera ha analizado esa compañía. Otra cosa es que esa especulación sea dominada por determinadas personas. Ahora mismo los mercados son muy grandes y no creo que haya nadie con capacidad para manipularlos, que en todo caso es ilegal y ha llevado incluso a la cárcel a mucha gente en Europa y en Estados Unidos, por ejemplo a banqueros de bancos internacionales por intentar manipular el euribor.
