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El estudio del Ministerio descarta cualquier problema para bañistas por la falta de depuración de la zona este

El informe de impacto ambiental certifica que la planta minimizará los peligros para la salud, las playas y la pesca

El estudio del Ministerio descarta cualquier problema para bañistas por la falta de depuración de la zona este

La declaración de impacto ambiental de la estación depuradora de El Pisón, la que se corresponde con la cuenca Este de la ciudad, apunta que la activación de esta instalación minimizará los riesgos de afección a la salud humana por los vertidos de las aguas residuales que ahora van a parar al mar y pueden afectar a las playas y a la pesca.

La Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica otorgó, el pasado día 15, la declaración ambiental favorable para la depuradora de El Pisón. Se trata de una instalación prevista desde hace más de una década, prácticamente construida, pero paralizada judicialmente por los vecinos de la colonia de chalés colindantes.

Los tribunales anularon la primera declaración de impacto ambiental sobre esa instalación obligando a repetirla. Con la resolución del pasado día 15 se da un paso crucial para poder activar la planta, algo que aún tardará meses debido a la necesidad de acomodar el proyecto al contenido de la resolución, culminar la tramitación administrativa y ejecutar las obras pendientes, por cuatro millones de euros en una instalación que ha costado 36,9 millones. Los vecinos seguirán pleiteando para intentar frenarla.

El retraso en la entrada en servicio de la depuradora gijonesa ha acarreado a España una cuantiosa multa europea, que aún sigue pagando. En 2018 los tribunales comunitarios impusieron una sanción de 12 millones de euros a tanto alzado más 60.000 euros diarios a España por echar al mar sin depurar las aguas residuales de varias localidades españolas. El 40% de esa sanción se debe a las 3.825 toneladas de materia orgánica que cada año arrastran al mar las aguas fecales de la cuenca este de Gijón, de 150.000 habitantes equivalentes de la ciudad.

La declaración de impacto ambiental comienza recordando, precisamente, que antes de la sanción de 2018 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya había condenado a España por incumplir la normativa comunitaria de recogida y tratamiento de aguas residuales para prevenir riesgos graves para la salud humana y el medio ambiente. Entre las aglomeraciones urbanas españolas que motivaron esta sentencia está Gijón.

El estudio de impacto ambiental de la depuradora del Este identifica como impacto positivo del funcionamiento de la depuradora, que esta instalación evitará la contaminación del mar, minimizando así el riesgo de afección a la fauna y flora marina, lo que a su vez tiene relevancia de cara a la pesca, algo que influye directamente sobre la salud humana. Además de que evitará riesgos respecto al pescado que comemos, la eliminación de vertidos fecales también evitará riesgos relacionados con el agua de baño en las playas, añade el informe.

El estudio de impacto ambiental eligió El Pisón como mejor alternativa para la depuradora del este, por ser la de menor impacto ambiental global, teniendo en cuenta entre otros factores como la huella de carbono menor, ya que al ser esta nueva instalación colindante a la Plantona, donde se realiza el pretratamiento del aguar residual (tamizarla para retirar 500 toneladas anuales de sólidos que transporta), es menor el consumo energético necesario para trasvasar el agua de una instalación a la otra.

Pese a la menor afección ambiental, la ubicación en El Pisón es la de mayor impacto por olores y ruido a la población circundante. Estos dos últimos aspectos también han sido meticulosamente analizados por la Dirección General de Calidad Ambiental, que ha impuesto medidas correctoras más estrictas de las que ya preveía la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, promotora del proyecto.

Así, el estudio de impacto ambiental establecía controles periódicos del nivel de ruido en horarios de mañana y noche. El Ministerio también impone que esos controles se efectúen por la tarde. La Dirección General también ha analizado los posibles efectos acumulativos del ruido de la planta al ya existente en el entorno, concluyendo que están dentro de los límites que fija la normativa. En cuanto al ruido, parte de la inversión pendiente que va a acometer en la instalación la Confederación Hidrográfica se corresponde con una petición de la EMA para mejorar la insonorización de los portones de acceso a la planta.

Volviendo a las medidas correctoras que impone el Ministerio, también obliga a que los gestores de la instalación hagan encuestas a los vecinos circundantes sobre si tienen molestias por olores. En el caso de que así lo expresen y los gestores de la planta discrepen, el Ministerio impone que se encargue un estudio de medición de olores basado en la normativa técnica española (UNE), cuyo resultado podría dar lugar a la aplicación de nuevas medidas para evitar esas incomodidades a los vecinos.

El Ministerio requirió a la Confederación aclaraciones sobre diversos aspectos, entre otros las molestias por olores y ruidos. En cuanto a los primeros, la Confederación Hidrográfica señaló que el sistema de filtros que se utilizarán evitará molestias vecinales y que los momentos críticos al respecto tendrán lugar durante los periodos de mantenimiento de esos filtros, de unas pocas semanas cada diez años o más, lo que representa un 0,3% del tiempo de actividad de la planta.

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