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Descartan que la madre del bebé de Nuevo Roces tenga un trastorno mental

Los informes periciales consideran "poco fiable" el testimonio de la acusada y confirman que el recién nacido recibió más de 50 puñaladas

Daniel B. S. y Silvia A. M., en una foto compartida en sus redes sociales.

La madre del bebé asesinado en Nuevo Roces no padece ninguna patología relacionada con su salud mental que le pueda impedir ser procesada. Así lo recoge el informe psicosocial de la investigación aún en marcha, que sometió a la joven hace unas semanas a una exhaustiva prueba psiquiátrica -se alargó durante horas- y que supondrá, de cara al futuro juicio oral, una de las principales pruebas del caso. Los expertos encargados del examen consideran también que el testimonio de Silvia. A. M., de 28 años, es "poco fiable", ya que no aporta demasiados detalles en su discurso, sobre todo, después de haber cambiado su declaración para inculpar en el suceso a su pareja. Fuentes cercanas al caso indican que la ausencia de patologías mentales y la brutalidad con la que se cometió el crimen -el cadáver del pequeño presentaba más de 50 puñaladas- apuntan a que la acusada pueda padecer un trastorno psicopático.

La pareja de la detenida, Daniel B. S., ha dado mejor impresión a los psiquiatras, que tildan su versión de "creíble" por haber sabido mantener un testimonio coherente y con detalles que concuerdan con testimonios de vecinos llamados a declarar. El joven, que tiene 27 años, siempre insistió en que no tuvo nada que ver con el crimen y que incluso desconocía que su novia estuviese embarazada. Desde las últimas semanas, de hecho, la vigilancia judicial empieza a ser más laxa y permite que el varón, que se encuentra en libertad provisional y en calidad de investigado, deje de personarse en los Juzgados de Gijón todos los días -para evitar un posible riesgo de fuga- y pueda acudir solo una vez cada dos semanas.

La investigación confirma también el ensañamiento con el que se cometió el crimen: el pequeño, que había sobrevivido a una gestación completa y a un parto sin incidentes, recibió más de 50 puñaladas casi nada más nacer. Un vecino que rebuscaba entre contenedores de basura lo encontró en el interior de una mochila durante la madrugada del 2 de agosto, con el cordón umbilical aún colgando y semienvuelto en la placenta. No consta, por el momento, que las pesquisas policiales hayan encontrado el arma homicida.

Silvia A. M. también había exculpado a su pareja en su primera versión. Nunca llegó a confesar haber apuñalado al pequeño, pero sí manifestó haber ocultado su embarazo y tirar al niño a la basura después de dar a luz. Defiende, ahora, que fue su pareja quien se llevó al bebé vivo de su casa cuando la descubrió en el dormitorio, recién dada a luz, y que vio cómo lo metía en una mochila y se lo llevaba con la intención de abandonarlo a las puertas de un centro de salud. Justifica su cambio de versión alegando que el joven había enfurecido por desconocer su embarazo -se ha pedido una prueba de paternidad del que aún se desconoce el resultado-, por lo que al principio asumió la culpa por miedo, pero no ha conseguido convencer a los psiquiatras.

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